Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Audacia


Basta de timidez. La gloria esquiva
Al que por miedo elude la pelea
Y con suspiros lánguidos rastrea,
Acogido a la sombra de la oliva.

Sólo una tempestad brusca y altiva
Encumbra la pasión y la marea,
¡Y en empinados vórtices pasea
El abismo de abajo en el de arriba!

¡Oh rebelde¡ ¡Conquista la presea;
goza de la hermosura inebriativa
y horror a los demás tu dicha sea!

Arrostra por la gracia la diatriba,
¡Y en empinados vórtices pasea
El abismo de abajo en el de arriba!

Deseos

Yo quisiera salvar esa distancia
ese abismo fatal que nos divide,
y embriagarme de amor con la fragancia
mística y pura que tu ser despide.

Yo quisiera ser uno de los lazos
con que decoras tus radiantes sienes;
yo quisiera en el cielo de tus brazos
beber la gloria que en los labios tienes.

Yo quisiera ser agua y que en mis olas,
que en mis olas vinieras a bañarte,
para poder, como lo sueño a solas,
¡a un mismo tiempo por doquier besarte!

Yo quisiera ser lino y en tu lecho,
allá en la sombra, con ardor cubrirte,
temblar con los temblores de tu pecho
¡y morir de placer al comprimirte!

Oh, yo quisiera mucho mas! Quisiera
llevarte en mi como la nube al fuego,
mas no como la nube en su carrera
¡para estallar y separarse luego!

Yo quisiera en mi mismo confundirte,
confundirte en mi mismo y entrañarte;
yo quisiera en perfume convertirte,
¡convertirte en perfume y aspirarte!

Aspirarte en un soplo como esencia,
y unir a mis latidos tus latidos,
y unir a mi existencia tu existencia,
¡y unir a mis sentidos tus sentidos!

OJOS VERDES

image

Ojos que nunca me veis,
por recelo o por decoro,
ojos de esmeralda y oro,
fuerza es que me contempléis;
quiero que me consoléis
hermosos ojos que adoro;
¡estoy triste y os imploro
puesta en tierra la rodilla!
¡Piedad para el que se humilla,
ojos de esmeralda y oro!

Ojos en que reverbera
la estrella crepuscular,
ojos verdes como el mar,
como el mar por la ribera,
ojos de lumbre hechicera
que ignoráis lo que es llorar,
¡glorificad mi penar!
¡No me desoléis así!
¡Tened compasión de mí!
¡Ojos verdes como el mar!

Ojos cuyo amor anhelo
porque alegra cuanto alcanza,
ojos color de esperanza,
con lejanías de cielo:
ojos que a través del velo
radian bienaventuranza,
mi alma a vosotros se lanza
en alas de la embriaguez,
miradme una sola vez,
ojos color de esperanza.

Cese ya vuestro desvío,
ojos que me dais congojas;
ojos con aspecto de hojas
empapadas de rocío.
Húmedo esplendor de río
que por esquivo me enojas.
Luz que la del sol sonrojas
y cuyos toques son besos,
derrámate en mí por esos
ojos con aspecto de hojas.

Este terco corazón

Ha pasado mucho tiempo, mucho tiempo
desde que te deje llorando en la alameda.

Ha pasado mucho tiempo, mucho tiempo
desde que yo bese tus labios a la fuerza.

Mira que he recibido sinsabores y desaires
mira que hasta te he visto de otros brazos por tu calle.

Debía comprender que nunca serás mía
debía de una vez borrarte de mi vida.

Pero este terco corazón
no te olvida, no te olvida
aunque le busque un nuevo amor
cada día, cada día.

Porque este terco corazón
se ha empeñado, se ha empeñado
vivir tan solo para ti
aunque tu no le hagas caso.


Emmanuel

Con olor a hierba

No te salgas de mis brazos
sigue echada asi en la hierba
quiero andarte paso a paso
recorrerte como hiedra

no te salgas de mis brazos
que hoy mis brazos son cadenas
por que quiero que mis manos
hoy de ti se queden llenas

cuando el sol se este ocultando
y en tus ojos brillen las estrellas
y en mi espalda sienta el frio
de la oscura noche que se acerca
yo te soltare despacio de mis brazos ya sin fuerzas

te sacudiras el pelo
para que jamas nadie lo sepa
nos iremos con el alma
y con el cuerpo con olor a hierba

no te salgas de mis brazos
sigue echada asi en la hierba
quiero andarte paso a paso
recorrerte como hiedra

quiero que nos confundamos
con el campo y con la tierra
como espiga y como arbol
como rama y hoja seca

cuando el sol se este ocultando
y en tus ojos brillen las estrellas
y en mi espalda sienta el frio
de la oscura noche que se acerca
yo te soltare despacio de mis brazos ya sin fuerzas

te sacudirás el pelo
para que jamas nadie lo sepa
nos iremos con el alma
y con el cuerpo con olor a hierba

cuando el sol...

Emmanuel

VAMOS AMARNOS DESPACIO

Vamos amarnos despacio esta vez
Que hoy ya tenemos el tiempo del mundo
Ya a ningún sitio tendrás que volver
Desde esta noche tu mía y yo tuyo

No habrá que buscar el rincón de algún bar
Para besarnos y unir nuestras manos
No habrá que perderse por la oscuridad
Para jugar al amor y abrazarnos

Vamos amarnos despacio por fin
Con besos lentos, profundos y suaves
Dejando quizá alguna vez de sentir...
Dejando quizá alguna vez de sentir...
Que aun,...
Nos queda mucha noche por delante

Vamos amarnos despacio esta vez
Vamos amar, bajo un techo y desnudos
Como hace tiempo soñamos hacer
Cuerpo con cuerpo, que es justo lo suyo

No habrá que buscar el rincón de algún bar
Para besarnos y unir nuestras manos
No habrá que perderse por la oscuridad
Para jugar al amor y abrazarnos

Vamos amarnos despacio por fin
Con besos lentos profundos y suaves
Dejando quizá alguna vez de sentir
Dejando quizá alguna vez de sentir
Que aun...
Nos queda mucha noche por delante

Emmanuel

Mi mujer

Mi mujer me enseñó un día
que el amor viene en el viento
y el viento trajo un murmullo
calladito de su acento
y fui comprendiendo solo
que su vientre era mi anhelo
que en su vientre dos rosales
florecerán con el tiempo.


Y me dijo sin decir
que no hay que hablar para saberlo
que los ojos dicen más
que mil palabras al viento
y tus pies al caminar
me llevaron a un sendero
de azucenas y jazmines
yo se los pendí en el pelo.


Y el viento trajo un murmullo
calladito de su acento
y el viento trajo el aroma
que destilaba su cuerpo
y el viento fue compañero
cuando se encontraba lejos
y me di cuenta que tanto
conocíamos el silencio.

Y sola la soledad
se marchó sola sabiendo
que tenía yo compañía
todo aquello y tu recuerdo
mi mujer volvió sonriendo
yo sentadito en el viento
la esperé y entre mis brazos
la bañe con estos versos
y entre versos y entre besos
nos fugamos en el viento.

Y sola la soledad
se marchó sola sabiendo
que tenía yo compañía
todo aquello y tu recuerdo
mi mujer volvió sonriendo
yo sentadito en el viento
la esperé y entre mis brazos
la bañe con estos versos
y entre versos y entre besos
nos fugamos en el viento.

Emmanuel

De qué callada manera

De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo
como si fuera la primavera
yo muriendo
y de qué modo sutil
me derramó en la camisa
todas las flores de abril.

¿Quién le dijo que yo era risa siempre
nunca llanto?
Como si fuera la primavera
¡no soy tanto!
En cambio que espiritual
que usted me brinde una rosa
de su rosal principal.

De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo
como si fuera la primavera
Yo muriendo.
Yo muriendo.

Pablo Milanés

Hoy la vi

Hoy la vi,
Y tenía un rostro ajeno al que yo amaba;
El que dan
Unos años de no ser feliz.

Hoy la vi,
Y recordé la historia de un pedazo de mi vida
En que abrí
La primavera bruta de mis años al amor.

Hoy la vi,
Y tenía un rostro ajeno al que yo amaba;
El que dan
Unos años de no ser feliz.

Junto a ti, mi futuro de sueños llené,
Logré identificar tu belleza y el mundo al revés;
Nos miraban de muy buena fe,
Nada cruel existía, si yo te veía, reía después.

Desperté la mañana en que no pudo ser
No sin antes jurar que si no era contigo, jamás,
Que esta herida me habría de matar,
Y heme aquí, ¡qué destino!,
Que ni el nombre tuyo pude recordar.

Hoy la vi,
Y tenía un rostro ajeno al que yo amaba;
El que dan
Unos años de no ser feliz.

Pablo Milanés

Yo no te pido

Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

Yo no te pido que me firmes
diez papeles grises para amar
sólo te pido que tu quieras
las palomas que suelo mirar.

De lo pasado no lo voy a negar,
el futuro algún día llegará
y del presente
que me importa la gente
si es que siempre van a hablar.

Sigue llenando este minuto
de razones para respirar
no me complazcas, no te niegues
no hables por hablar.

Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

Pablo Milanés

Cuánto gané, cuánto perdí

Dónde estarán los amigos de ayer
La novia fiel que siempre dije amar.
Dónde andarán mi casa y su lugar
Mi carro de jugar, mi calle de correr.
Dónde andarán la prima que me amó
El rincón que escondió, mis secretos de ayer.

Cuánto gané, cuánto perdí,
Cuánto de niño pedí,
Cuánto de grande logré
Qué es lo que me ha hecho feliz
Qué cosa me ha de doler.

Si era vivir la infancia
Con el ansia de todo saber
Pues el saberlo todo y con nostalgia
Ver lo que se fue.

Dónde estarán, a un lado de mi piel
Los guardo bien y a veces brotarán
Y endulzaran un brusco acontecer
Llenándome de miel que muchos libarán.
Me lanzarán al viento
Y a mi tiempo me retornarán
Vendré feliz y fresco
Para siempre sé donde estarán.

Pablo Milanés

El breve espacio en que no estás

Todavía quedan restos de humedad,
sus olores llenan ya mi soledad,
en la cama su silueta
se dibuja cual promesa
de llenar el breve espacio en que no estás.

Todavía yo no sé si volverá,
nadie sabe al día siguiente lo que hará,
rompe todos mis esquemas
no confiesa ni una pena,
no me pide nada a cambio de lo que dá.

Suele ser violenta y tierna
no habla de uniones eternas,
más se entrega cual si hubiera
sólo un día para amar.

No comparte una reunión
más le gusta la canción
que comprometa su pensar.

Todavía no pregunté: te quedarás,
temo mucho a la respuesta de un jamás,
la prefiero compartida
antes de vaciar mi vida
no es perfecta mas se acerca a lo que yo
simplemente soñé.

Pablo Milanés

Yolanda

Esto no puede ser no mas que una canción
Quisiera fuera una declaración de amor
Romántica sin reparar en formas tales
Que ponga freno a lo que siento ahora a raudales
Te amo
Te amo
Eternamente te amo
Si me faltaras no voy a morirme
Si he de morir quiero que sea contigo
Mi soledad se siente acompañada
Por eso a veces se que necesito
Tu mano
Tu mano
Eternamente tu mano
Cuando te vi sabia que era cierto
Este temor de hallarme descubierto
Tu me desnudas con siete razones
Me abres el pecho siempre que me colmas
De amores
De amores
Eternamente de amores
Si alguna vez me siento derrotado
Renuncio a ver el sol cada mañana
Rezando el credo que me has enseñado
Miro tu cara y digo en la ventana
Yolanda
Yolanda
Eternamente Yolanda
Yolanda
Eternamente Yolanda
Eternamente Yolanda

Pablo Milanés

Para vivir

Muchas veces te dije que antes de hacerlo había que pensarlo muy bien
que a esta unión de nosotros le hacía falta carne y deseo también
que no bastaba que me entendieras y que murieras por mí
que no bastaba que en mis fracasos yo me refugiara en ti.

Y ahora ves lo que pasó, al fin nació
al pasar de los años el tremendo cansancio que provoco ya en ti.
Y aunque que es penoso lo tienes que decir.

Por mi parte esperaba que un día el tiempo se hiciera cargo del fin
si así no hubiera sido yo habría seguido jugando a hacerte feliz.
Y aunque el llanto es amargo piensa en los años que tienes para vivir
que mi dolor no es menos y lo peor es que ya no puedo sentir.

Y ahora tratar de conquistar con vano afán
este tiempo perdido que nos deja vencidos sin poder conocer
eso que llaman amor para vivir...
...para vivir.

Pablo Milanés

Te doy una canción

Como gasto papeles recordándote
como me haces hablar en el silencio
como no te me quitas de las ganas
aunque nadie me ve nunca contigo
y como pasa el tiempo que de pronto son años
sin pasar tú por mi, detenida

Te doy una canción
si abro una puerta
y de las sombras sales tú,
te doy una canción de madrugada
cuando mas quiero tu luz,
te doy una canción
cuando apareces
el misterio del amor
y si no no apareces
no me importa
yo te doy una canción.

Si miro un poco afuera me detengo
la ciudad se derrumba
y yo cantando
la gente que me odia y que me quiere
no me va ha perdonar
que me distraiga,
creen que lo digo todo
que me juego la vida
porque no te conocen
ni te sienten.

Te doy una canción y hago un discurso
sobre mi derecho ha hablar,
te doy una canción
con mis dos manos
con las mismas de matar,
te doy una canción
y digo patria
y sigo hablando para ti,
te doy una canción
como un disparo
como un libro
una palabra
una guerrilla...
como doy el amor.

Silvio Rodríguez

Ojalá

Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan
para que no las puedas convertir en cristal.
Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo.
Ojalá que la luna pueda salir sin tí.
Ojalá que la tierra no te bese los pasos.

Ojalá se te acabé la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones:
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones

Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan en mi espalda.
Ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz.
Ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado.
Ojalá que el deseo se vaya tras de tí,
a tu viejo gobierno de difuntos y flores.

Silvio Rodríguez

Rabo de Nube

Si me dijeran pide un deseo,

Preferiría un rabo de nube,

Un torbellino en el suelo

Y una gran ira que sube.

Un barredor de tristezas,

Un aguacero en venganza

Que cuando escampe parezca

Nuestra esperanza.

Si me dijeran pide un deseo,

Preferiría un rabo de nube,

Que se llevara lo feo

Y nos dejara el querube.

Un barredor de tristezas,

Un aguacero en venganza

Que cuando escampe parezca

Nuestra esperanza

Silvio Rodríguez

A un gato

No son más silenciosos los espejos
ni más furtiva el alba aventurera;
eres, bajo la luna, esa pantera
que nos es dado divisar de lejos.
Por obra indescifrable de un decreto
divino, te buscamos vanamente;
más remoto que el Ganges y el poniente,
tuya es la soledad, tuyo el secreto.
Tu lomo condesciende a la morosa
caricia de mi mano. Has admitido,
desde esa eternidad que ya es olvido,
el amor de la mano recelosa.
En otro tiempo estás. Eres el dueño
de un ámbito cerrado como un sueño

Despedida

Entre mi amor y yo han de levantarse
trescientas noches como trescientas paredes
y el mar será una magia entre nosotros.


No habrá sino recuerdos.
Oh tardes merecidas por la pena,
noches esperanzadas de mirarte,
campos de mi camino, firmamento
que estoy viendo y perdiendo...
Definitiva como un mármol
entristecerá tu ausencia otras tardes.

Las causas

Los ponientes y las generaciones.
Los días y ninguno fue el primero.
La frescura del agua en la garganta
de Adán. El ordenado Paraíso.
El ojo descifrando la tiniebla.
El amor de los lobos en el alba.
La palabra. El hexámetro. El espejo.
La Torre de Babel y la soberbia.
La luna que miraban los caldeos.
Las arenas innúmeras del Ganges.
Chuang-Tzu y la mariposa que lo sueña.
Las manzanas de oro de las islas.
Los pasos del errante laberinto.
El infinito lienzo de Penélope.
El tiempo circular de los estoicos.
La moneda en la boca del que ha muerto.
El peso de la espada en la balanza.
Cada gota de agua en la clepsidra.
Las águilas, los fastos, las legiones.
César en la mañana de Farsalia.
La sombra de las cruces en la tierra.
El ajedrez y el álgebra del persa.
Los rastros de las largas migraciones.
La conquista de reinos por la espada.
La brújula incesante. El mar abierto.
El eco del reloj en la memoria.
El rey ajusticiado por el hacha.
El polvo incalculable que fue ejércitos.
La voz del ruiseñor en Dinamarca.
La escrupulosa línea del calígrafo.
El rostro del suicida en el espejo.
El naipe del tahúr. El oro ávido.
Las formas de la nube en el desierto.
Cada arabesco del calidoscopio.
Cada remordimiento y cada lágrima.
Se precisaron todas esas cosas
para que nuestras manos se encontraran.

Amorosa anticipación

Ni la intimidad de tu frente clara como una fiesta
ni la costumbre de tu cuerpo, aun misterioso y tacito Y de niña,
ni la sucesion de tu vida asumiendo palabras o silencios
seran favor tan misterioso
como mirar tu sueño implicado
en la vigilia de mis brazos.
Virgen milagrosamente otra vez por la virtud absolutoria del sueño,
quieta y resplandeciente como una dicha que la memoria elige,
me daras esa orilla de tu vida que tu misma no tienes.
Arrojado a quietud,
divisare esa playa ultima de tu ser
y te vere por vez primera, quiza,
como Dios a de verte,
desbaratada la ficcion del Tiempo,
sin el amor, sin mi.

El Amenazado

Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas,
la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes,
los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se
levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.