Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

En la distancia...

En la distancia mi alma soñadora
besa tu corazón y siente su palpitar
el viento lleva mi aroma
y con suavidad besa tus mejillas


Somos como la luna y el sol
aunque distantes 
pero complementos sin igual


Somos rayos de luz 
que se funden en el horizonte
e iluminan todo a su paso
¡que bello resplandor!


Y la distancia no existe...
solo un instante
solo un año luz
y estamos juntos otra vez
como era en un principio


Y tan profundo
como el océano
y tan elevado
como el infinito cielo
es tu amor..
¡bello amor!
¡divino amor!


Ana Ninapayan
(Gracias Daisy)

Tiempo sin tiempo


Preciso tiempo necesito ese tiempo
que otros dejan abandonado
porque les sobra o ya no saben
que hacer con él
tiempo
en blanco
en rojo
en verde
hasta en castaño oscuro
no me importa el color
cándido tiempo
que yo no puedo abrir
y cerrar
como una puerta

tiempo para mirar un árbol un farol
para andar por el filo del descanso
para pensar qué bien hoy es invierno
para morir un poco
y nacer enseguida
y para darme cuenta
y para darme cuerda
preciso tiempo el necesario para
chapotear unas horas en la vida
y para investigar por qué estoy triste
y acostumbrarme a mi esqueleto antiguo

tiempo para esconderme
en el canto de un gallo
y para reaparecer
en un relincho
y para estar al día
para estar a la noche
tiempo sin recato y sin reloj

vale decir preciso
o sea necesito
digamos me hace falta
tiempo sin tiempo.

Amantes ocultos


No puede ser pecado amarte en el silencio
besarte entre murmullos
acariciar tu cuerpo plagado de miradas
ahogarme en tu sonrisa
plena de sueños y deseos
en el océano cálido que recorre tu cuerpo.


No puede ser delito amarte como te amo
viviendo en tu palpitar
tendido en tus caricias de mar y cielo
en nuestro mundo solitario
de verdades y de misterios
creado a imagen y semejanza de nuestro amor.



No puede ser pecado quererte sin permisos
amarte sin testigos
fundirte para siempre entre mis brazos
oculta de la gente
perdida en mí regazo.

La vida es corta...

La vida es corta:
Rompe reglas, perdona rápido, besa despacio, ama de verdad, rie duro y nunca te arrepientas de algo que te hizo sonreir.

Cuando Dios...


Cuando Dios borra algo de tu vida, es porque va a escribir cosas mejores.

No se pierde...


No se pierde lo que no tuviste, no se mantiene lo que no es tuyo y no puedes aferrarte a algo que no se quiere quedar.

Si alguien...


Si alguien es lo suficientemente estúpido para alejarse de ti, sé lo suficientemente inteligente para dejarlo ir.

El error...

El error más grande que he cometido es dejar que alguien se quede en mi vida mucho más tiempo del que se merece.

Nunca supe...


Nunca supe cómo se sentía ser fuerte, hasta que ser fuerte fue la única opción que me quedaba.

Quien te lastima...


Quien te lastima te hace fuerte, quien te critica te hace importante, quien te envidia te hace grande.

No vivas...

No vivas para que tu presencia se note, sino para que tu ausencia se sienta. Bob Marley

Necesito...


Necesito que necesites la necesidad de necesitarme.

Estómago, almohada, corazón...

Estomago, perdón por las mariposas..
Almohada, perdón por las lágrimas...
Corazón, ¡perdón por todo!

Cada dolor

Cada dolor te hace más fuerte, cada traición más inteligente, cada desilusión más hábil y cada experiencia más sabio

Bella durmiendo...

En la penumbra de la noche y aprovechando un rayito de luna que se filtró por su ventana, le observé sin recato y sin pudor, pero la imagen qué quedó en mi memoria bien valen el castigo que imponga ante mi atrevimiento. 

Su cabello revuelto cayendo sobre su bello rostro que tenía un gesto misterioso y cómplice, como si me sonriera. 

Su figura apenas iluminada recostada en su cama, fueron motivo suficiente para no respetar su sueño, así que aprovechando la oscuridad de la noche y su sueño profundo, me acerqué sigiloso, y con el pecho de emoción inflamado, le besé con suavidad, en la frente y la mejilla, al notar que no le había despertado, con el más sincero amor, rocé sus labios con los míos. 

No me arrepiento por lo que hice, sino por no haber tenido el valor de repetirlo, pero se ve usted tan dulce cuando duerme, que quise conservar así su imagen, ahora paciente y enamorado espero mi castigo, ¡a fe mía que no me arrepiento!

Entender

Si no me llamas, entenderé. 
Si no me escribes, entenderé.
Si te olvido... será tu turno de entender.

Sólo tenemos un beso

Beso indeleble, beso insuficiente,
compendio de inseguras realidades
y perspectivas de fugacidades,
entre ayer y mañana estrecho puente.



A tu vida amarrada, dependiente
de tan inciertas eventualidades,
y víctima de mis perplejidades,
por no hacerme en tu vida permanente.



Hacia ti van mis aguas encauzadas,
con fuerza torrencial, o sosegadas,
pero siempre abocando a lo imposible.


Cómo duele en el alma esta distancia,
cómo me duele ser tu circunstancia,
amor de lejanía, inasequible.

Sex(t)o sentido

En mi letargo estoy, adormecido,
flotando en sueños lánguidos y oscuros,
confinado a la sombra de dos muros,
y relegado a transitorio olvido...



Tu perfume me indica que has venido,
la mano percibió tus senos duros,
y al roce de tus dedos inseguros
se irguió mi cuerpo firme y decidido.



Enciendes en mi carne rebeldías,
incitándome a dulces agresiones
al abrazar tus labios mi contorno.



Habré de hacer tus cavidades mías,
y tuyas han de ser mis vibraciones,
con cada avance y con cada retorno. 

Los cuatro elementos

Si tú fueras agua, yo quisiera ser
la copa de plata que te abrazaría;
o en tus humedades me sumergiría,
íntima, adaptable, profunda mujer.

Si tú fueras tierra, yo sería el pie
descalzo y ligero que no te oprimiera;
y en tu surco haría ardiente sementera
que me diera un día lo que en ti sembré.

Si tú fueras aire, yo seré la rama
bajo tu caricia temblando en mis hojas,
y si en recio soplo de ellas me despojas,
verás que mi abrazo desnudo te llama.

Y si fueras fuego, yo he de ser el leño
que tus lenguas lamen, que tu ardor calcina,
y si mi ceniza el viento arremolina
en él dormiré el definitivo sueño.

Juntos

Por cauce horizontal y paralelo,
mi mano, cabalgando en tu figura,
baja de la cadera a la cintura,
ronda los senos y ensortija el pelo.

Tu intimidad sensual levanta el vuelo
descubriendo vibrante una estructura
con ansiedad de entrega y de aventura
y la agresión de una leona en celo.

He de hacer de tu cuerpo una mordaza,
y formarán tus labios un camino
de humedad, arrastrándose en mi piel.

Verás mi círculo de amor que abraza
tu temblor en furioso torbellino,
y plantaré mi flor en tu vergel.

Junto al fuego

Ven hacia mí en silencio, con la sonrisa abierta,
absorbiendo en los ojos la noche iluminada;
deslízame en la mano la imperceptible oferta
del rayo que la luna depositó en tu almohada.

Reclínate en la alfombra y oye el rumor del fuego
cuyas lenguas nerviosas erotizan el leño;
que su calor tu cuerpo revitalice, y luego
encienda tu mirada y acaricie mi sueño.

A tu lado en el suelo veré los diablos rojos
de las llamas inquietas, con tu mano en mi mano,
y las chispas revueltas danzarán en tus ojos
como estrellas fugaces en un cielo lejano.

Descenderá mi brazo de tu hombro a tu cintura,
despertando temblores en tu piel descubierta,
y acercarás el rostro bañado de ternura
para aspirar los besos de mi boca entreabierta.

Las cien lenguas del fuego se deslizan lascivas
en torno al tronco envuelto por el abrazo ardiente,
y tus trémulas manos se arrastrarán furtivas
asiendo el miembro erecto gentil y firmemente.

En tu mirar directo flotan complicidades
que acercan a mi mundo tu intensidad de amante,
y percibo tu entrega y calmo tus ansiedades,
mientras entre tus dedos me retienes vibrante.

Lame incesante el fuego, y es cálida tu boca,
en aquel, sequedades, y humedades en ésta;
labios que se resbalan, y paladar que toca,
y relieves e impulsos que el amor manifiesta.

Arde el leño sin tregua, con ligeros chasquidos,
y se elevan las llamas en ondas desiguales;
y en tu ascenso y descenso hay rítmicos sonidos
de profundos y tensos contactos guturales.

El leño se retuerce bajo el calor intenso
y explota en la alegría de una amplia llamarada;
y tus ojos revelan el repentino y denso
fluir de surtidores en garganta infiltrada.

La lumbre ya se extingue, y el tronco está deshecho;
ven, mujer, y sonríe, y abrázame apacible,
reposa tu cabeza gentil sobre mi pecho,
y soñemos el sueño de un futuro tangible.

Huellas del beso

No sé por qué tus labios me despiertan
besos lejanos que jamás me diste;
no saben desterrarlos, o no aciertan
a dejarlos dormir. Cuando viniste,
rozándome la carne, de puntillas,
nadie te vio, nadie escuchó tu paso,
sino un temblor ligero en mis rodillas,
trémulo de enfrentarme a otro fracaso.

Cuántas veces idéntico sendero
nos conduce a dispares objetivos,
y en el nuevo, no vemos que el primero
aún nos mantiene en su poder cautivos.

Y no sirve pensar que lo pasado
pasado está, que nunca ha de volver;
ayer, más que un diseño ya borrado,
es espectro que vuelve a aparecer

Y así fluye la vida, una amalgama
de incidentes que fueron, y que son,.
que no se desvanecen; una trama
de dolores, de olvidos, de ilusión;
como rosa que cada primavera
asiduamente en el rosal florece,
nube inquieta, incesante viajera,
o estrella que a la aurora palidece.

Quizá tus besos son evocadores
de nube transeúnte, antigua rosa,
o estrella cuyos últimos fulgores
se extinguieron, y duerme silenciosa.

Hay tanto nuevo en cada beso, hay tanto
que arrastramos de antiguo, tanta vida,
tanto de gozo, soledad y llanto,
tanto de acogedor y despedida,
que un beso no es un beso solo, aislado,
es una larga historia enmarañada
aflorando a un presente arrebatado,
que abraza todo, y que no olvida nada.

Cuando de ti me vaya

Al llegar el momento,
ha de llorar la luna con lágrimas de estrellas
haciendo más oscuro en la noche el firmamento,
pero serán las tuyas más tristes y más bellas.

Cuando llegue el momento se aferrará tu mano
a la mía, intentando retenerme a tu vera,
y maldiciendo al tiempo, inflexible tirano,
que no detuvo el paso en su carrera.

Una serpiente amarga se enroscará en tu pecho,
atenazando el alma con negra incertidumbre.
Qué frío habrá en tu lecho,
qué sola irás entre la muchedumbre.

Mas quedará el recuerdo de los días brillantes,
de las noches rojizas
en que fuimos amantes,
y el fuego estará vivo en las cenizas.

Y habrá un faro en la costa destellando
chorros de luces sobre el mar inquieto,
penetrando en las sombras, y aventando
la duda oculta y el temor secreto.

Mira en la oscuridad
del sentimiento triste
el resplandor, no la fugacidad,
de la entrega que di y que me ofreciste.

Y cesará la luna
de sollozar nostálgicos olvidos,
porque no habrá ninguna,
ninguna otra mujer en mis gemidos.

Él


Hay en tu rostro un gesto de embeleso
al ajustar tu mano mi corbata;
y me encuentro vestido con exceso
al ver tu desnudez bajo la bata.

De repente me asaltan intenciones
que sacuden la fibra del sentido,
y que encajan en las incitaciones
que el brillo de tus ojos me ha tendido.

Sin vacilar, toma hoy la iniciativa
y traduce en acciones la sonrisa,
que tu mano sensual y decisiva
me arranque la corbata y la camisa.

Deslízame los dedos sobre el pecho,
y extiéndete a la espalda suavemente;
mi instinto levantado está al acecho,
todo mi voluntad te lo consiente.

Hoy serás tú quien todo lo decida,
seré el juguete, y tú serás quien juegue,
tendrás autoridad indefinida
y no encontrarás nada que te niegue.

Ya el cinturón se siente relajado,
y tu contacto excita mi impaciencia,
siento el impulso desencadenado,
pero a él, no a ti, he de hacerle resistencia.

Es tu oportunidad, es tu momento,
será tu desnudez junto a la mía,
tus caricias tendrán el ritmo lento
de inevitable, espléndida agonía.

Y aunque te exija que me lo aceleres,
no escuches mi clamor ni mi quejido,
habré de recibir lo que me dieres,
cuando, como y en donde hayas querido.

Siento tus manos descendiendo lentas
y tú también te inclinas y desciendes,
y a mi virilidad la boca enfrentas,
y una violencia emocional enciendes.

Ese beso profundo y penetrante,
me acerca a ti de singular manera;
y aunque no puedo verlo en tu semblante,
percibo toda tu pasión entera.

Tus manos en mi piel clavan crispadas
las uñas, que de sangre se revisten;
flota tu pelo en nuevas oleadas,
los labios y la lengua no desisten.

Qué catarata de placer provocas
volcándose en caída resonante,
tal la furia del mar contra las rocas…
Qué maravilla poder ser tu amante.

Y al fin las aguas, blancas de la espuma,
tras la caída, avanzan en el río;
siento en la mente el sueño de la bruma,
y en el cuerpo el postrer escalofrío.

Levántate y abrázame, cariño,
yace conmigo en silenciosa calma,
manténme en tu regazo como a un niño,
y toma posesión de cuerpo y alma.

NO MIRÉIS MÁS

No miréis más, señora,
con tan grande atención esa figura,
no os mate vuestra propia hermosura.

Huid, dama, la prueba
de lo que puede en vos la beldad vuestra.
Y no haga la muestra
venganza de mi mal piadosa y nueva.

El triste caso os mueva
del mozo convertido entre las flores
en flor, muerto de amor de sus amores.

PARA ENTONCES

Quiero morir cuando decline el día
en alta mar y con la cara al cielo,
donde parezca sueño la agonía
y el alma un ave que remonta el vuelo.


No escuchar en los últimos instantes,
ya con el cielo y con el mar a solas,
más voces ni pelgarias sollozantes
que el majestuoso tumbo de las olas.


Morir cuando la luz, retira
sus áureas redes de la onda verde,
y ser como ese sol que lento expira:
algo muy luminoso que se pierde.


Morir, y joven; antes que destruya
el tiempo aleve la gentil corona,
cuando la vida dice aún: "Soy tuya",
aunque, sepamos bien que nos traiciona.

NON OMNIS MORIAN

¡No moriré del todo, amiga mía!
De mi ondulante espíritu disperso,
algo en la urna diáfana del verso,
piadosa guardará la poesía.


¡No moriré del todo! Cuando herido
caiga a los golpes del dolor humano,
ligera tú, del campo entenebrido
levantarás al moribundo hermano.


Tal vez entonces por la boca inerme
que muda aspira la infinita calma,
oigas la voz de todo lo que duerme
con los ojos abiertos de mi alma!


Hondos recuerdos de fugaces días,
ternezas tristes que suspiran solas;
pálidas, enfermizas alegrías
sollozando al compás de las violas...


Todo lo que medroso oculta el hombre
se escapará, vibrante, del poeta,
en áureo ritmo de oración secreta
que invoque en cada cláusula tu nombre.


Y acaso adviertas que de modo extraño
suenan mis versos en tu oído atento,
y en el cristal, que con mi soplo empaño,
mires aparecer mi pensamiento.


Al ver entonces lo que yo soñaba,
dirás de mi errabunda poesía:
era triste, vulgar lo que cantaba...
mas, ¡qué canción tan bella la que oía!


Y porque alzo en tu recuerdo notas
del coro universal, vívido y almo;
y porque brillan lágrimas ignotas
en el amargo cáliz de mi salmo;


porque existe la Santa Poesía
y en ella irradias tú, mientras disperso
átomo de mi ser esconda el verso,
¡no moriré del todo, amada mía!

El proceso de duelo

Hace dos días perdí en un accidente automovilístico una muy amada amiga, por este motivo y a manera de catarsis, quiero hablar del duelo.

¿Qué es el duelo?

Es una reacción inevitable, involuntaria ante una pérdida. Implica dolor y sufrimiento, mucho de ambos en la mayoría de los casos.

El duelo es una herida en el alma, que si no se atiende al igual que una herida del cuerpose puede complicar o cicatrizar de manera inadecuada.

¿Para qué sirve el duelo?

El duelo sirva para dar expresión y cause sano a los sentimientos, serenar el sufrimiento dominando la pena de la separación, aceptar la realidad de la muerte y amar de un nuevo modo al ser que ha partido. Y en este proceso debemos encontrar un significado a nuestra vida.

“Quién tiene un por qué vivir, encontrará siempre él como”. Viktor Frankl

La duración del duelo por la muerte de una persona muy querida puede variar de persona a persona desde algunos meses, hasta años.

Se puede decir que hemos completado un duelo cuando somos capaces de recordar al fallecido sin sentir dolor, cuando hemos aprendido a vivir sin él o ella, cuando hemos dejado de vivir en el pasado y podemos invertir de nuevo toda nuestra energía en la vida y en los vivos.

En ninguna otra situación como en el duelo, el dolor producido es total:
1. Es un dolor biológico (duele el cuerpo)
2. Psicológico (duele la personalidad)
3.    Social (duele la sociedad y su forma de ser)
4.    Familiar (nos duele el dolor de otros)
5.    Espiritual (duele el alma, quizá el más doloroso de todos).

Muchos autores de libros sobre el duelo piensan que el duelo se desarrolla en 5 etapas o fases, que aunque reciben diferentes nombres según el autor, tienen las mismas características:

1ª etapa: Impacto y Negación.
2ª etapa: Conciencia de la pérdida.
3ª etapa: Conservación o Retraimiento.
4ª etapa: Cicatrización o reacomodo.
5ª etapa: Recuperación y sanación.

1ª etapa: Impacto y Negación

Sus características son: Incredulidad, confusión, inquietud, confusión, oleadas de angustia aguda (agitación, llanto, sensación de ahogo, respiración suspirante vacío en el abdomen, preocupación por la imagen del muerto), pensamientos obsesivos y algunos síntomas físicos. (debilidad muscular, temblor incontrolable, perplejidad, mareos y palpitaciones).

2ª etapa: Conciencia de la perdida (desorganización)

Conforme los síntomas y reacciones iniciales van perdiendo gradualmente su intensidad y la persona acepta emocionalmente la situación, comienza la segunda etapa.

Sus características: Ansiedad de separación, estrés prolongado, agresividad, impotencia, frustración, hipersensibilidad, trastornos del sueño, miedo a la muerte, comportamiento de búsqueda, sentir la presencia del muerto.

En esta etapa llena de conflictos surge la culpa real o imaginaria, aparece con sentimientos y pensamientos de “si hubiera…”

La culpa puede tomar varias formas: Sentirse culpable de estar vivo. Auto acusaciones. Culpa fantasiosa. Recapacitar de lo ilógico que es sentir culpa por algo que no podemos cambiar y que no estuvo en nuestras manos hacerlo, disminuirá la culpa y allanará el camino para la resolución de un duelo sano.

3ª etapa: Conservación, retraimiento

Aislamiento, impaciencia, fatiga y debilidad, repaso obsesivo, apoyo social disminuido, necesidad de sueño, desesperación, desamparo, impotencia.

4ª etapa: Cicatrización o reacomodo

Se va dejando poco a poco su mundo emotivo y vuelve a tener una perspectiva, realiza un balance entre lo que se ha perdido, lo que le queda y lo que se ha aprendido.

Características: Reconstruir la forma de ser, retomar el control de la propia vida, disminución gradual del estrés, aumento de energía física y emocional.

5ª etapa: Recuperación y sanación

En esta etapa retomamos el control sobre la vida. Seguimos con nuestra vida. Es tiempo de dejar partir e iniciar nuevas relaciones.

Se nos brinda la ocasión de ir al interior de uno mismo y descubrir los recursos profundos, pues el sufrimiento es con frecuencia un estímulo para crecer y abrirse a los demás. Por este motivo es importante vivir a fondo las cuatro primeras etapas, antes de pasar a la quinta.

Es en este momento cuando se está listo para perdonar y pedir perdón al ser que ha partido, si este fuera el caso, por las faltas y heridas que hayan marcado su relación.

Esta también dispuesto a perdonarse a sí mismo y a dar gracias al ausente por la experiencia que le ha heredado.

Tipos de duelo

Anticipado: precedido con tiempo y pleno conocimiento de la situación, permite prepararse anímicamente.

Retardado: es un duelo inhibido o reprimido. Se puede tener una reacción emotiva en el momento de la perdida, pero no va en proporción con el significado de la pérdida de un ser querido. El pesar se manifiesta con cierta exageración más adelante cuando la pérdida es reactivada por una perdida menor.

Crónico: Es un pesar inusitadamente intenso que no disminuye con el tiempo y, por lo tanto, se transforma en una manera de ser.

Emergente: El sufrimiento aparece por etapas, fechas o circunstancias.

Patológico: El duelo anormal puede presentarse de diversas maneras, que va desde el retraso del duelo, o la ausencia de este, hasta un duelo muy intenso y prolongado.

Negado: Es la ausencia de la expresión del duelo en el momento de la perdida.

Extraordinario: Ocasionado por situaciones críticas de la muerte; aborto, suicidio, homicidio, tortura, cuerpos sin aparecer, guerras, etc.

Saludable o positivo: Te planteas el gran desafío de reincorporarte al mundo a partir de una nueva identidad, de un nuevo conocimiento de nosotros mismos, en el cual no está incluido nuestro ser querido fallecido, lo que no significa que vayamos a olvidarlo. Es posible volver a la vida, volver a amar, y volver a sonreír.

Recomendaciones para un duelo sano

Llorar: es humano y es una reacción normal ante la muerte de un ser amado.

Hablar: es una forma de desahogarse y compartir nuestros sentimientos y nuestros estados de ánimo.

Conversar con otros padres: acercarse a un grupo de ayuda mutua puede aliviar en gran medida nuestro dolor, al escuchar a otros padres como sobreviven, es una esperanza.

Reconocer la perdida: admitir la perdida nos permitirá avanzar en la aceptación.

Escribir lo que se siente: nos permite esclarecer nuestros propios sentimientos y las emociones.

Cultivar el afecto y el amor mutuo en la pareja: mantener comunicación con el cónyuge.

Prestar atención y consolar a nuestros hijos: ellos también elaboran su propio duelo, no los olvidemos.

Respetar el dolor del cónyuge: se debe evitar la crítica ante el dolor de nuestra pareja.

Consultar a un profesional: asistir con un psicólogo para recibir orientación y consejo.

Evitar tomar responsabilidades o decisiones importantes: aplazar las decisiones importantes como cambiar de casa, vender las cosas o cambiar de trabajo.

Estoy en mi proceso de duelo, estoy escribiendo para liberar mi alma del dolor que siento cumpliendo con lo que he escrito hoy para ustedes,  por una maravillosa mujer que me llenó la vida de ilusión y entusiasmo durante 4 meses, un breve periodo, que hace dos días terminó con un trágico accidente, sin embargo estará siempre en mi corazón por lo mucho que me dejó de ella y porque sé que durante ese tiempo, ella fue muy feliz conmigo.

Descansa en paz Galadriel.
1 de septiembre de 2011