Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
Flor de azalea
A tu recuerdo
Clamor
Encuentro fugaz
Vamos a guardar este día...
Tú tienes lo que busco
Sólo en sueños
Cuando estuve en el mar era marino...
Cuando estuve en el mar era marino
Dame ahora tu boca:
me la quiero comer con tu sonrisa.
Cuando estuve en el cielo era celeste
este dolor urgente.
Dame ahora tu alma:
quiero clavarle el diente.
No me des nada, amor, no me des nada:
yo te tomo en el viento,
te tomo del arroyo de la sombra,
del giro de la luz y del silencio,
de la piel de las cosas
y de la sangre con que subo al tiempo.
Tú eres un surtidor aunque no quieras
y yo soy el sediento.
No me hables, si quieres, no me toques,
no me conozcas más, yo ya no existo.
Yo soy sólo la vida que te acosa
y tú eres la muerte que resisto.
Ella pidió tiempo
Ella me pidió tiempo;
Yo le di mis Lunas y
mis soles, mis segundos
los minutos y mis
horas. Le ofrecí un
octubre acompañado de,
11 meses, envejecer con
ella, y hasta le
obsequié mi reloj de
arena.
Ella me pidió tiempo.
Creo que las
definiciones en su
diccionario, no son las
mismas que en el mío.
Bambú
El amor no es una relación
De promesas y de tratos
A mi hija en su boda
El respaldo de una silla
Seguro ha escuchado muchas conversaciones. Amantes declarándose amor. O poniendo las cartas sobre la mesa. Seguro ha recibido lágrimas. O incomodidades de espalda porque su curvatura se ha perdido con el tiempo.
El tejido habla de una historia anónima. O de muchas conocidas. De aroma de café, de tratos cerrados, de acuerdos y de risas. A veces no nos damos cuenta donde nos sentamos. Y damos por hecho que estamos cómodos cuando no es así.
Pero cuando el lugar "te recibe" y "te abraza" te dan ganas de jamás quererte ir. Y regresas. Y no te vas nunca...