Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Triste certeza

Él sabía que si se marchaba ella nunca lo buscaría, pues su amor por él no era tan grande, tal vez ni era amor.

Así que se marchó para proteger ese bello sentimiento que él tenía... ella ni siquiera notó su partida.

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