Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Nunca supe más de ti (fragmento)

Y ahora que estoy solo,
en el silencio de este cuarto vacío,
recuerdo todas nuestras cosas,
nuestro primer encuentro,
nuestro primer día,
nuestro primer beso,
nuestras primeras caricias,
tu vergüenza y la mía,
y tu risa... y tu risa...

Autor: Sergio Denis

Si supieras

En el paraíso de tus ojos,
me pierdo porque estoy perdido,
en la paz de tus labios,
me encuentro porque estoy contigo,
en el universo de tu alma,
vivo con mil sentidos,
en ti, vivo amándote

Si supieras…
que te entregaría el alma en una mirada,
que me duelen los suspiros porque no llegan a ti,
aunque seas su destino, si supieras…
Que una sonrisa tuya iluminaría mi vida entera,
si supieras… pero no sabes…

Que es tu cuerpo mi camino,
tu corazón mi latir
tu recuerdo mi sentir
si supieras…
Que tu alma es mi soñar
tus caricias mi pensar
hay amor, si tu supieras… pero no sabes…

De esta triste realidad,
mi corazón clama en silencio
mi cuerpo tiembla callado
mis manos mueren en el vacío
y los gemidos en mis labios
si supieras… pero no sabes…
La sensación de mi alma al mirarte,
de mi mente al pensarte
de mi boca al nombrarte
de mi plenitud al soñarte. 

Si supieras… pero no sabes…

Yo soy tuyo

Yo soy tuyo, tuyo
inmensamente tuyo,
a lo largo de tu breve aliento eterno,
susurrando mi vida en nuestros besos
perteneciéndote en mil miradas,
soñándote en tus despertares,
soy tuyo: mi meta lleva tu nombre.

Ahora

Ahora puedo oírte,
puedo sentir tu silencio,
puedo recorrer tus besos
y soñar tus labios,
puedo hasta escuchar tu melodía,
aún cuando estés lejos
y seas todo nostalgia.

Sabes...

Sabes a silencio y a sueños,
con melodías de ternura
y tacto de deseo,
sabes a mi mundo,
a todo lo que anhelo,
sabes a amor, a mi amor.

Preludio de soledad

Vagaré bajo la sombra y las estrellas
que conocen mi frente y sus desvelos,
contaré como pétalos sus rayos
sin pedir al azar su vaticinio.

Quiero con mis pisadas
recorrer hacia atrás,
horas que se quedaron extasiadas
en el reloj que el sol eternizaba,
y repetir: ¡Dios mío! ¡Cuántos nombres!

Criaturas, norte, sur, sólo viento y ceniza,
ebrios itinerarios que extraviaron mis brújulas.

Hay algo indefinible entre el follaje,
un olor de mujer que no regresa.
Ya las palabras no tienen el deleite del labio,
se borran en el aire como saetas de humo,
caen en la hojarasca
ajenas a su rumbo y su herida.

En una escondida copa,
el alma ha guardado todas las caricias
y cuando la luna me alarga los brazos
por sobre los senderos
y no encuentro a nadie vivo
acerco sus bordes a mi sed.

Sin olvidar que un gran silencio
soporta otros silencios,
y así se levanta la torre
donde habitó la soledad.

¿Qué dirás esta noche pobre alma solitaria?

¿Qué dirás esta noche pobre alma solitaria,
Qué dirás, corazón, marchito hace tan poco,
A la muy bella, a la muy buena, a la amadísima,
Bajo cuya mirada floreciste de nuevo?

-El orgullo emplearemos en cantar sus loores;
Nada iguala al encanto que hay en su autoridad;
Su carne espiritual tiene un perfume angélico,
Y nos visten con ropas purísimas sus ojos.

En medio de la noche y de la soledad,
O a través de las calles, del gentío rodeado,
Danza como una antorcha su fantasma en el aire.

A veces habla y dice: «Yo soy bella y ordeno
Que por amor a mí no améis sino lo Bello;
Soy el Ángel guardián, la Musa y la Madona».

Luna congelada

Con esta soledad
alevosa
tranquila
con esta soledad
de sagradas goteras
de lejanos aullidos
de monstruos de silencio
de recuerdos al firme
de luna congelada
de noche para otros
de ojos bien abiertos

con esta soledad
inservible
vacía

se puede algunas veces
entender
el amor.

Ir y quedarse, y con quedar partirse...

Ir y quedarse, y con quedar partirse, 
partir sin alma e ir con alma ajena, 
oír la dulce voz de una sirena 
y no poder del árbol desasirse; 

arder como la vela y consumirse 
haciendo torres sobre tierna arena; 
caer de un cielo, y ser demonio en pena, 
y de serlo jamás arrepentirse; 

hablar entre las mudas soledades, 
pedir pues resta sobre fe paciencia, 
y lo que es temporal llamar eterno; 

creer sospechas y negar verdades, 
es lo que llaman en el mundo ausencia, 
fuego en el alma, y en la vida infierno.

Entre la noche y el alba

Entre el tejado y el cielo
hay un vacío de pájaros,
una nostalgia de lluvias.

Entre la noche y el alba
la cita imposible de cada vida:
la ausencia que el alma abraza.

Recuerdo

Te recuerdo en el llanto y en la risa;
en la estrella, en el verso y en la rosa;
en la opulenta copa que rebosa
y en el trozo de pan que se precisa.

En la luz que gastó la mariposa
para ser mariposa y no ser brisa;
en la tranquilidad que se improvisa
y en la diaria inquietud que nos acosa.

En la noche que sube hasta la frente;
en el cielo que alfombra cada fuente
y en el cielo ensatado en la oración;

en la angustia que rige cada paso;
en el rojo cansancio del ocaso,
y en el cansancio de mi corazón.

En la niebla

¡Qué extraño es vagar en la niebla!
En soledad piedras y sotos.
No ve el árbol los otros árboles.
Cada uno está solo.

Lleno estaba el mundo de amigos
cuando aún mi cielo era hermoso.
Al caer ahora la niebla
los ha borrado a todos.

¡Qué extraño es vagar en la niebla!
Ningún hombre conoce al otro.
Vida y soledad se confunden.
Cada uno está solo.

Fuego mudo

A veces el silencio
convoca algarabías
parodias de coraje
espejismos de duende
tangos a contrapelo
desconsoladas rabias
pregones de la muerte
sed y hambre de vos

pero otras veces es
solamente silencio
soledad como un roble
desierto sin oasis
nave desarbolada
tristeza que gotea
alrededor de escombros
fuego mudo

Soñé con ella

La vi acercarse a mi, despacio, dudando si seguía o no pero acercándose de cualquier manera.

Su cabello revuelto, desordenado, largo y profundamente oscuro.

Sus ojitos con la mirada que me derrite.

Su carita de niña traviesa con esa sonrisa llena de picardía que me encanta.

Extendí los brazos hacia ella sonriendo, invitándola a no detenerse, a no contenerse, haciéndole saber que es bien recibida.

Ya no dudó pero caminaba lento hacia mi hasta alcanzar mis brazos y fundirnos en un solo ser.

No podía ser más feliz en ese momento, fue entonces que me dijo la palabra que me estremece, casi lloro de felicidad pero sus labios atrapando los míos lo impidieron.

No hubo más palabras, nos pertenecemos y lo sabemos, nada hay mejor que estar juntos.

Esa noche fue la mejor de mi vida... soñé con ella.

Mariposa

Quisiera
hacer un verso que tuviera
ritmo de Primavera;
que fuera
como una fina mariposa rara,
como una mariposa que volara
sobre tu vida, y cándida y ligera
revolara
sobre tu cuerpo cálido de cálida palmera
y al fin su vuelo absurdo reposara
--tal como en una roca azul de la pradera--
sobre la linda rosa de tu cara...

Quisiera
hacer un verso que tuviera
toda la fragancia de la Primavera
y que cual una mariposa rara
revolara
sobre tu vida, sobre tu cuerpo, sobre tu cara. 

El amor

¡Oh, vosotros los sabios de alta y profunda ciencia, que habéis meditado y sabéis dónde, cuándo y cómo se une todo en la naturaleza, el por qué de todos esos amores y besos; vosotros, sabios sublimes, decídmelo! ¡Poned en el potro vuestro sutil ingenio y decidme dónde, cuando y cómo me ocurrió amar, por qué me ocurrió amar!

Poemas para vencer a la muerte...

No te pares al lado de mi tumba y solloces.
No estoy ahí, no duermo.

Soy un millar de vientos que soplan y sostienen las alas de los pájaros.
Soy el destello del diamante sobre la nieve.
Soy el reflejo de la luz sobre el grano maduro
soy la semilla y la lluvia benévola de otoño.

Cuando despiertas en la quietud de la mañana,
soy la mariposa que viene a tu ventana.

Soy la suave brisa repentina que juega con tu pelo.
Soy las estrellas que brillan en la noche.
No estoy ahí, no he muerto. 

Mi refugio

Encontré un lugar para esconderme del mundanal ruido. Un bosque bonito y cómodo, uno nuevo, para construir mi refugio del mundo real, donde mis sueños pueden correr libremente.

El único ruidoso soy yo con mi motocicleta, pero solo al llegar o al partir. Es elevado y lejos, muy lejos del mar. Me gusta que en las noches me bañan las estrellas y estoy tan alejado de cualquier lugar que ni siquiera llega la luz de la ciudad.

Mi refugio está oculto a los ojos de cualquier curioso, para que nadie pueda encontrarlo, tuve suerte al ubicar el lugar apropiado casi por casualidad y sin buscarlo.

Aquí pasaré mis noches y algunos pocos días. Lo habilitaré poco a poco con lo mínimo necesario. Hace tiempo que viajo ligero. Solo requiero un poco de luz que una vela puede darme bien, así podré escribir, sólo tinta y papel como debe ser.

Y sólo espero que alguna noche cualquiera, en mi refugio, me quede colgado de un sueño, uno bonito lleno de amor correspondido para que no tenga que despertar nunca más... eso es todo lo que deseo.

Que suerte he tenido de nacer

Qué suerte he tenido de nacer, 
para estrechar la mano de un amigo 
y poder asistir como testigo 
al milagro de cada amanecer. 

Qué suerte he tenido de nacer, 
para tener la opción de la balanza, 
sopesar la derrota y la esperanza 
con la gloria y el miedo de caer. 

Qué suerte he tenido de nacer, 
para entender que el honesto y el perverso 
son dueños por igual del universo 
aunque tengan distinto parecer. 

Qué suerte he tenido de nacer, 
para callar cuando habla el que más sabe, 
aprender a escuchar, ésa es la clave, 
si se tiene intenciones de saber. 

Qué suerte he tenido de nacer, 
y lo digo sin falsos triunfalismos, 
la victoria total, la de uno mismo, 
se concreta en el ser y en el no ser. 

Qué suerte he tenido de nacer, 
para cantarle a la gente y a la rosa 
y al perro y al amor y a cualquier cosa 
que pueda el sentimiento recoger. 

Qué suerte he tenido de nacer, 
para tener acceso a la fortuna 
de ser río en lugar de ser laguna, 
de ser lluvia en lugar de ver llover. 

Qué suerte he tenido de nacer, 
para comer a conciencia la manzana, 
sin el miedo ancestral a la sotana 
ni a la venganza final de Lucifer. 

Pero sé, bien que sé... 
que algún día también me moriré. 
Si ahora vivo contento con mi suerte, 
sabe Dios qué pensaré cuando mi muerte, 
cuál será en la agonía mi balance, no lo sé, 
nunca estuve en ese trance. 
Pero sé, bien que sé... 
que en mi viaje final escucharé 
el ambiguo tañir delas campanas 
saludando mi adiós, y otra mañana 
y otra voz, como yo, con otro acento, 
cantará a los cuatro vientos... 

Qué suerte he tenido de nacer.

¿Cómo quieren que la olvide?

¿Cómo quieren que la olvide? 
Si en cualquier cosa la recuerdo 
El mismo cielo con sus nubes, me la dibuja en cuerpo entero 
Usando de pincel mis miedos 

¿Cómo quieren que la olvide? 
En este asunto hay dos caminos 
El del recuerdo y el olvido 
Y para colmo de mis males mi corazón anda perdido 

Entiendo que se preocupen 
Esto no es cosa de juego 
Esta mujer cala hondo, me va dragando por dentro 
Mi pena no tiene fondo 

Si alguien me dijera como salir de aquí 
Es que me encuentro perdido dentro de mí 
Si alguien me dijera como sobrevivir 
En este mundo de olvido tan solo sin ti 

Durmiendo a medias abrazado a su retrato 
Me enfermo, no he dejado de soñar 
Y aunque la gente ya me por desahuciado 
La voy a esperar, la voy a esperar 

¿Cómo quieren que la olvide? 
En este asunto hay dos caminos 
El del recuerdo y el olvido 
Y para colmo de mis males mi corazón anda perdido 

Entiendo que se preocupen 
Esto no es cosa de juego 
Esta mujer cala hondo, me va dragando dentro 
Mi pena no tiene fondo 

Si alguien me dijera como salir de aquí 
Es que me encuentro perdido dentro de mí 
Si alguien me dijera como sobrevivir 
En este mundo de olvido tan solo sin ti 

Si alguien me dijera como salir de aquí 
Es que me encuentro perdido dentro de mí 
Si alguien me dijera como sobrevivir 
En este mundo de olvido tan solo sin ti… Tan Solo Sin Ti 
Cómo Quieren, Cómo quieren que la olvide

Esta mujer cala hondo 
Cómo, Cómo Quieren, Cómo quieren que la olvide 
Me va dragando por dentro 
Cómo, Cómo Quieren, Cómo quieren que la olvide 
La voy a esperar, La voy 
Cómo, Cómo Quieren, Cómo quieren que la olvide

Canta: Emmanuel

Declaración

Esto es lo que soy pero te lo ofrezco todo, total y sinceramente. Ahora deja de buscar el amor perfecto, porque te ofrezco amor verdadero, seguramente imperfecto pero absolutamente real.

TU NO SABES

Tú no sabes, vida mía, cuánto extraño las caricias de tu voz
Como la vehemencia del viento. 
Tú no sabes, vida mía, cuánto deseo tenerte en mis brazos
Como el campo redimido.

Tú no sabes, vida mía cuánto quiero rozar tus labios
Como aguas dóciles al deseo.
Tú no sabes, vida mía, cuánto anhelo ser  tu musa
Como un cielo esplendente.
Tú no sabes, vida mía, cuánto te ama la que llamas ignorante,
Como espina de rosa que sin querer siempre te hiere.

El Hombre Imaginario

El hombre imaginario 
vive en una mansión imaginaria 
rodeada de árboles imaginarios 
a la orilla de un río imaginario

De los muros que son imaginarios 
penden antiguos cuadros imaginarios 
irreparables grietas imaginarias 
que representan hechos imaginarios 
ocurridos en mundos imaginarios 
en lugares y tiempos imaginarios

Todas las tardes imaginarias 
sube las escaleras imaginarias 
y se asoma al balcón imaginario 
a mirar el paisaje imaginario 
que consiste en un valle imaginario 
circundado de cerros imaginarios

Sombras imaginarias 
vienen por el camino imaginario 
entonando canciones imaginarias 
a la muerte del sol imaginario

Y en las noches de luna imaginaria 
sueña con la mujer imaginaria 
que le brindó su amor imaginario 
vuelve a sentir ese mismo dolor 
ese mismo placer imaginario 
y vuelve a palpitar 
el corazón del hombre imaginario

Cartas a una desconocida

Cuando pasen los años, cuando pasen 
los años y el aire haya cavado un foso 
entre tu alma y la mía; cuando pasen los años 
y yo sólo sea un hombre que amó, 
un ser que se detuvo un instante frente a tus labios, 
un pobre hombre cansado de andar por los jardines, 
¿dónde estarás tú? ¡Dónde 
estarás, oh hija de mis besos!

Relatividad del tiempo

Cuando era adolescente comencé a escribir poesía con malos resultados, sin embargo gracias a mi afición por la lectura fui mejorando aunque para mi gusto nunca sustancialmente. 

Pasada mi adolescencia escribía poco y comencé en algún momento hacerlo en prosa, no se realmente cuando pasó pero me gustó. Quienes leían mis escritos decían que no lo hacía mal.

Fue en el 2004 cuando descubrí los blogs, este precisamente fue el primero y me ha acompañado desde entonces con letras propias y en su mayoría ajenas, pero que tienen significado para mi.

Envuelto en la vorágine de la vida diaria dejé de escribir, aunque continué leyendo sin dejar nunca de leer poesía, hasta que por el año del 2011 volví a escribir poco a poco pues tenía en quien inspirarme y además me acompañaba en mis escritos... hasta que un mal día -para mi- decidió  ya no compartir más conmigo, dejándome solo en mi ejercicio de escribir, lo recuerdo bien; abril 2014.

Sin embargo en ese mismo 2014 concretamente en el último trimestre, se convirtió poco a poco en un hábito, escribir como pasión, como catarsis, para liberar el alma de lo que se va cargando con el paso de los días, sin musa, sin tema fijo, con el único interés de dar rienda suelta a mi imaginación, a mi mundo interior y que casi nadie conoce. Desde entonces escribo casi a diario aunque no siempre lo publico, especialmente aquellas cosas que guardo solo para mi, con gran egoísmo.

Así es como he llegado a la relatividad, en algún momento releo algo que escribí y decido publicarlo, el tiempo de este modo me juega bromas pesadas, pues descubro que es relativo; una fecha cuando lo escribí, otra cuando lo releí, otra cuando decidí publicarlo y finalmente otra cuando decido leer lo publicado.

Cada vez que leo lo que he escrito me transporto invariablemente al momento en que lo escribí y recuerdo el contexto en el que escribía, el ambiente que me rodeaba y el sentimiento que me hacía dejar correr la tinta. Por tal motivo el tiempo es relativo para mi, cada vez que leo mis publicaciones lo siento en tiempo presente, sin importar cuanto haya pasado desde que lo hice.

Lo anterior me ha hecho descubrir que soy congruente no solo en lo que siento, pienso y digo, sino también en lo que escribo, no importa la relatividad del tiempo, mi esencia sigue siendo la misma, sólida, honesta, sincera, verdadera, escribiendo simplemente... soy.

Sobre el sentido de la vida

No hay más que tres resortes fundamentales de las acciones humanas, y todos los motivos posibles sólo se relacionan con estos tres resortes. En primer término, el egoísmo, que quiere su propio bien y no tiene límites; después, la perversidad, que quiere el mal ajeno y llega hasta la suma crueldad, y últimamente la conmiseración, que quiere el bien del prójimo y llega hasta la generosidad, la grandeza del alma. Toda acción humana debe referirse a uno de estos 3 móviles, o aun a dos a la vez.

La vergüenza de ser feliz

Cuando hay en la tierra tantos hombres que sufren 
ser feliz da vergüenza. 
Pero yo lo soy, casi sin querer. 
¡Soy tan feliz, perdón! 
por mi amor, por ¿qué sé yo? 
porque la visa se ensancha y es siempre diferente 
(¡Si usted viera ese Paul Klee! 
¿Y ha probado unas almejas con Vouvray, 
del seco, no del otro?) 
Por eso y otros detalles vale la pena vivir. 
¿Saben cuál es el secreto? 
Toavía no me he meurto, 
y es más-muchos se indignan- 
ni siquiera estoy enfermo. 
Mi secreto es: Todavía

Herido de amor

Amor, amor 
que está herido. 
Herido de amor huido ; 
herido, 
muerto de amor. 
Decid a todos que ha sido 
el ruiseñor. 
Bisturí de cuatro filos, 
garganta rota y olvido. 
Cógeme la mano, amor, 
que vengo muy mal herido, 
herido de amor huido, 
¡herido ! 
¡muerto de amor !

Muerto de amor

¿Qué es aquello que reluce 
por los altos corredores? 
Cierra la puerta, hijo mío, 
acaban de dar las once. 
En mis ojos, sin querer, 
relumbran cuatro faroles. 
Será que la gente aquélla 
estará fregando el cobre. 


Ajo de agónica plata 
la luna menguante, pone 
cabelleras amarillas 
a las amarillas torres. 
La noche llama temblando 
al cristal de los balcones, 
perseguida por los mil 
perros que no la conocen, 
y un olor de vino y ámbar 
viene de los corredores. 


Brisas de caña mojada 
y rumor de viejas voces, 
resonaban por el arco 
roto de la media noche. 
Bueyes y rosas dormían. 
Solo por los corredores 
las cuatro luces clamaban 
con el fulgor de San Jorge. 
Tristes mujeres del valle 
bajaban su sangre de hombre, 
tranquila de flor cortada 
y amarga de muslo joven. 
Viejas mujeres del río 
lloraban al pie del monte, 
un minuto intransitable 
de cabelleras y nombres. 
Fachadas de cal, ponían 
cuadrada y blanca la noche. 
Serafines y gitanos 
tocaban acordeones. 
Madre, cuando yo me muera, 
que se enteren los señores. 
Pon telegramas azules 
que vayan del Sur al Norte. 
Siete gritos, siete sangres, 
siete adormideras dobles, 
quebraron opacas lunas 
en los oscuros salones. 
Lleno de manos cortadas 
y coronitas de flores, 
el mar de los juramentos 
resonaba, no sé dónde. 
Y el cielo daba portazos 
al brusco rumor del bosque, 
mientras clamaban las luces 
en los altos corredores.

AFORTUNADAMENTE

"... Y afortunadamente tengo la dicha de haber disfrutado de muchos suspiros en mi haber y una extensa colección de segundos sin aliento, casi todos a raíz de un beso tuyo, una caricia, una conversación contigo o un abrazo silencioso...."

A un imposible

Me arrancaré, mujer, el imposible
amor de melancólica plegaria,
y aunque se quede el alma solitaria
huirá la fe de mi pasión risible.

Iré muy lejos de tu vista grata
y morirás sin mi cariño tierno,
como en las noches del helado invierno
se extingue la llorosa serenata.

Entonces, al caer desfallecido
con el fardo de todos mis pesares,
guardaré los marchitos azahares
entre los pliegues del nupcial vestido.

¿Sabes?


¿Sabes tú lo que es amar a alguien de tal modo que no puedas pertenecer a nadie más? ¡Pues así te amo!



Cartas sin destino

Todas las noches o casi todas las noches escribe. Cuando lo hace, escribe también cartas de amor que nunca enviará y no mostrará a nadie. No puede hacerlo porque ella no lo ama.

Sin embargo no deja de escribir sus sentimientos para sacarlos de su alma y esta pese menos, es una pena tener tantas cosas bellas que decirle y no poder hacerlo, así que cada noche o casi cada noche escribe cartas de amor para la misma persona.

Es su manera de terminar el día, es su tributo al amor que no fue pero que él entregó sincero, verdadero.

No fue la excepción esta noche, solo una diferencia; el amanecer lo pilló dormido en el escritorio en donde escribe, con el último cajón del mismo abierto. El cansancio de sus agitados días lo venció, a su lado una gran cantidad de hojas blancas y escritos acompañados por un viejo cofrecito de madera conteniendo lo que él considera su tesoro roto y que aún no ha podido reparar, así de grande y fuerte es su amor.

Es por todo lo anterior que cada noche o casi cada noche escribe cartas de amor, sus cartas sin destino.

Déjame regresar.

Déjame regresar a esa parte donde te enamoras de mí, donde no existe nadie en la historia que comenzamos a escribir, sólo nosotros.

Déjame regresar a la parte donde me das el primer beso, el que tanto anhelábamos, aquel que nos estremeció la piel y que detuvo el tiempo sólo para poder guardar la hora en el reloj de nuestros recuerdos.

Déjame regresar a la parte de la historia donde las citas eran emocionantes, donde el tiempo transcurría tan lento para verte y transcurría tan rápido cuando estaba a tu lado. Al instante donde tu voz pronunciaba una y otra vez te quiero, convirtiendo con el paso de los años en un interminable y profundo te amo.

Permíteme volver a las sonrisas coquetas, a aquellas discretas miradas que me incitaban a amarte sin necesidad de pronunciarlo, donde el roce de tus manos era suficiente para sentirme amada y protegida por ti.

Regresemos a la parte donde nos conquistamos con los abrazos que apapachan el alma, donde no necesitamos de tantos textos para expresar nuestro amor, volvamos a la parte donde nuestros corazones son flechados con cada detalle que improvisábamos.

Regresemos a donde esto apenas comienza, donde se vive y se disfruta cada día lo que sentimos, donde no dejamos de enamorarnos, donde sólo somos nosotros, donde es suficiente sabernos en nuestra vida y el mundo no importa.

Volvamos a donde los detalles eran las llamadas inesperadas, los abrazos no planeados, los besos surgían a tiempo y fuera de tiempo, donde los “Te amo” eran actos que demostraban nuestro amor. Permanezcamos en esa parte de la historia donde nos encontramos sin saber que seríamos tanto, aun después del tiempo.

No perdamos ese conquistar diario a nuestro corazón, déjame regresar al lugar donde nos enamoramos, donde lo único que queríamos era estar cerca el uno del otro; permanezcamos así por mucho tiempo, por muchos días, por muchas horas, por muchos instantes que se conviertan una eternidad.

Déjame regresar a esa parte en donde nunca salgo de tu vida.

Return to me (Regresa a mi)

Return to me
Oh my dear I'm so lonely
Hurry back, hurry back
Oh my love hurry back I'm yours
Return to me
For my heart wants you only
Hurry home, hurry home
Won't you please hurry home to my heart
My darling, if I hurt you I'm sorry
Forgive me and please say you are mine
Return to me
Please come back bella mia
Hurry back, hurry home to my arms
To my lips and my heart
Retorna me
Cara mia ti amo
Solo tu, solo tu, solo tu, solo tu
Mio cuore

Canta: Dean Martin
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Regresa a mi,
No me dejes tan solo
No me vuelvas la cara después
De que todo te di
Regresa a mi,
Golondrina viajera
Nunca más, hallarás el calor,
Que tú encuentras en mí
Mañana cuando estés ya cansada
De tanto por el mundo correr
Regresa a mi,
Que te estoy esperando
Con los brazos abiertos
Que están casi muertos sin ti
Mañana cuando estés ya cansada
De tanto por el mundo correr
Regresa a mi,
Que te estoy esperando
Con los brazos abiertos
Que están casi muertos sin ti
… regresa a mi

Canta: José María Napoleón 

Pensamientos del camino

Regresaba a la ciudad en moto, ese día por la mañana salí temprano y encontré compañera de viaje en el camino, platicamos y nos contamos cosas íntimas, pues siendo desconocidos y por no estar en nuestro círculo cercano de amistades, no había problema en compartir y soltar aquello que nos incomodaba y no podíamos contar a nadie más.

Así fue como en algún momento llegamos a los signos zodiacales.

-Los escorpiones son rencorosos y vengativos, dijo agregando, sin embargo tú no lo pareces no te imagino siendo así.

La segunda parte del comentario me alegró, porque lo sentí sincero, a manera de broma agregué:

-Mejor no te confíes.

Ambos reímos, ese día reímos mucho, teníamos ganas de hacerlo y cualquier pretexto era bueno y lo hacíamos abierta y sinceramente.

-Creo mucho en la mirada de las personas, pocas veces me he equivocado, eres una persona noble y transmites mucha paz. Dijo en un tono más formal.

-Gracias. Agradecí con humildad.

Durante el camino de regreso pensaba en lo de "rencoroso y vengativo" e hice memoria pero no encontré algún capítulo en mi vida en donde lo hubiera sido. Sí he sido impulsivo e iracundo, pero siempre había sido en el momento mismo, explotaba y pocos minutos después ya estaba relajado causando mayor enojo en la otra persona. Antes confrontaba cuando algo me molestaba, ahora primero analizo si merece el esfuerzo o no. He aprendido a escoger mis batallas y a esperar lo inesperado.

Cuando algo me molesta, no me gusta o me lastima, pienso en si puede corregirse, si la solución está en mi pongo manos a la obra y si está en la otra persona hablo con ella. Si la situación persiste me alejo.

He aprendido a perdonar y olvidar, hay tantas cosas por hacer y tan poco por vivir que no merece la pena engancharse.

Hice un alto en mis pensamientos para mirar por el retrovisor, ella venía siguiéndome, esta vez un poco más cerca, levante mi dedo pulgar a manera de saludo y ella contestó de la misma manera, lo hicimos varias veces durante el viaje de regreso, de forma alternada.

Seguí con mi soliloquio y pensé en las personas de mi adolescencia y juventud que me han encontrado por redes sociales de manera reciente, no siempre han sido afortunados encuentros, la mayoría de ellos no lo ha sido porque no maduraron -desde mi punto de vista- o están amargados. De esos me he alejado.

Solo ha habido una persona a quien le dejé pasar muchas cosas que en otras ocasiones no hubiera permitido, con quien he tenido paciencia como nunca me imaginé ser capaz, en donde entregué mi confianza de manera insospechada, pero de quien en un momento dado, decidí alejarme y dejar de buscar debido a su "ignorancia" -por que me ignoraba, pienso esto y me río por dentro, soy un salvaje, lo sé- sin embargo mantengo firme mi palabra de recibirla siempre, con los brazos abiertos, el corazón en la mano y una sonrisa de bienvenida.

Mi compañera decidió rebasarme y más adelante me hizo una señal para hacer lo mismo, nos íbamos "jalando" mutuamente y esto hacía más divertido el camino de regreso.

En algún momento pensé; efectivamente soy escorpión, pero no soy rencoroso ni vengativo... y ahogué un suspiro.

TAL VEZ

Cada vez que intenta regresar da un paso atrás y  tal vez lo mejor sea retroceder para ver en qué punto del camino se perdió.

Cada vez que intenta regresar da un paso atrás al ver sus escritos y tal vez lo mejor sea no leer más lo que no le pertenece.

Cada vez que intenta regresar da un paso atrás al pensar que le pueden rechazar y tal vez lo mejor sea dejar de pensar y que su banal orgullo le avasalle.

Cada vez que intenta regresar da un paso atrás al recordar la distancia que les separa y tal vez lo mejor sea no recordar más y dejar los océanos en su lugar.

Cada vez que intenta regresar da un paso atrás al  recordar que cada uno tiene una relación y tal vez lo mejor sea no recordar más, desistiendo a  los sentimientos.

Tal vez lo mejor sea no intentar regresar más... y dejar que el olvido se adelante.

Y tal vez lo mejor sea  intentar regresar ya... y dejar que el amor sea.

Ante tales disonancias; tal vez  su cuerpo y espíritu flotan en el cuerpo y espíritu de él.

Amor de otoño

Todo llegará
sin darnos cuenta
la suave calma
la vida lenta,
la edad.

Y tú volverás aqui conmigo
buscando abrigo
buscando paz, y
amor de otoño
amor de besos tiernos
y dulce soledad
entre recuerdos.

Amor de otoño
refugio del pasado
si quieres regresar
a mi lado.

Tu me seguirás
a donde vaya a todas partes
por todo el tiempo que haya
y al final
después de todo
del mismo modo
recibirás.

Amor de otoño.

Canta: Pablo Abraira

Amor marinero

Sabe tu piel salada, como el mar
y la marea
me ha traído hasta tu cuerpo
para hablar
de deseos, de barcos y sal

Sabe tu piel salada, como el mar
Siento tu vientre
que es el dique dónde rompe
mi ansiedad
de marino que viene y va

Porque te deseo junto al mar
ebrios de sudor y de luna llena
porque vuelvo siempre a este lugar
siempre tu y yo hechos arena

Sabe tu piel salada, como el mar
tu pecho blanco
indolente y perezoso
duerme ya
te quedaste en remanso, yo en paz

Porque te deseo junto al mar
ebrios de sudor y de luna llena
porque vuelvo siempre a este lugar
siempre tu y yo, hechos arena

Me emborraché de ti, de libertad
de agua serena
la marea me ha llamado
ya me voy
Soy marino y poeta
soy un beso sin puerto
soy amor marinero, adios

Canta: Pablo Abraira

Carretera a Taxco

Desperté muy temprano por la mañana, aunque era día de asueto no pude conciliar el sueño, en cuanto salieron los primeros rayos de luz decidí bajar al estacionamiento para limpiar mi motocicleta.

No había mucho que limpiar pues siempre estaba bajo su toldo de protección. Así que mientras pulía sus partes de cromo, decidí salir en ella.

Me di una ducha rápida y me puse botas, jeans, chaparreras y chamarra de cuero. Revisé que el tanque de gasolina estuviera lleno y todos los fluidos en su lugar.

Salí sin rumbo fijo, tomé hacia el sur. Eran 7:30 de la mañana y circulaba por Insurgentes Sur, una parte de la larga avenida que siempre he considerado muy bonita. A esa hora pocos vehículos y nada de gente en las calles, puesto que era un día de descanso.

Circulaba despacio y mi pensamiento como casi siempre estaba en ella, de quien no sabía nada desde hace mucho tiempo, más del que yo mismo imaginaba. Pero aún recordaba perfectamente sus rasgos, especialmente su risa... y su voz diciendo mi palabra favorita...

Sin darme cuenta ya estaba en la ruta libre a Cuernavaca, pasando Tlalpuente por el espejo vi a otro motociclista que se acercaba, me orillé a la derecha para dejarlo pasar pues yo no llevaba prisa.

Al darme alcance el compañero del camino dejo una prudente distancia bajando la velocidad, le hice una señal para que me rebasara pero negó con la cabeza, así que aceleré un poco y seguí mi camino, esta vez acompañado de cerca.

Pocos autos en la carretera facilitaban mi avance a velocidad constante, así que posé mis botas en el descanso y procuré mantenerme sin necesidad de cambiar velocidades.

Durante todo el trayecto iba pensando en ella, había hecho vanos esfuerzos por olvidarla, siempre terminaba pensando en ella, aunque intentara evitarlo siempre había algo que me la recordaba de súbito, que inesperadamente la traía a mi mente, eso era fácil pues seguía amándola, aunque ella ni siquiera se había acordado de mi durante este largo tiempo, para ella fue fácil olvidarse de todo, demasiado fácil.

Miraba a ratos por el retrovisor y mi compañero de viaje seguía a la misma distancia, pasé Cuernavaca, Temixco, pensé en  ir a Cuautla y volver pero tan ensimismado estaba en mis pensamientos que seguí y ya tenía un destino; Xochitepec, Alpuyeca, Puente de Ixtla, Amacuzac y finalmente Taxco, pueblo mágico, eran las 10:10 de la mañana.

Se que Taxco le hubiera gustado, un lugar pequeño, lleno de artesanos de la plata, íntimo, con su maravillosa catedral de Santa Prisca de bello estilo churrigueresco barroco novohispano y su teleférico que permite una vista panorámica de, en otra época, un pequeño pueblo minero.

Al llegar mi acompañante me hizo señas de parar en la primer gasolinera y así lo hicimos para llenar los tanques. Cuán grande fue mi sorpresa al descubrir que era un mujer, muy atractiva, de cabello corto y desordenado, obviamente debido al casco. Al acercarme para saludar sus grandes ojos cafés me miraron con preocupación:

-¿Regresas hoy verdad?, preguntó.

-Sí, regreso hoy mismo, solo salí a desempolvar la moto, contesté. ¿Por qué la pregunta?

-Porque es la primera vez que salgo sola a carretera, antes lo hacía con mi marido pero desde hace un par de años no lo hago más.

-¿Y eso? Pregunté curioso.

-Un divorcio, doloroso, adulterio, por parte de él. Y sonrió. Este viaje me sirvió para pensar y poner en orden mis ideas. ¿Y tú viajas solo frecuentemente?

-No, es la primera vez, una separación, dolorosa, por ignorancia, ella me ignoró.

Reímos los dos a carcajadas debido a mi ocurrencia, no se como vinieron las palabras a mi boca, pero sentí la necesidad de desahogarme, tal como ella lo hizo. Además de las motos, las ganas de soltar el peso que llevábamos dentro parecía que era algo que teníamos en común.

Decidimos visitar Taxco, recorrerlo a pie y llegado el momento subimos a comer en el Hotel Monte Taxco para contemplar el pueblo desde lo alto.

Nos hizo bien compartir nuestras desesperanzas, siendo desconocidos no había que preocuparse por lo que dijéramos.

Asi llegó la hora de volver, poniéndonos de acuerdo en el lugar donde ella tomaría su camino para volver a casa, la verdad nos había hecho bien la plática y encontramos muchos puntos en común. Queríamos platicar más pero habíamos acordado volver con luz de día. Así que subimos a nuestras máquinas y emprendimos el regreso a la velocidad acordada.

Llegando al punto previsto, ella se acercó para despedirse y seguir cada quien su camino. El próximo recorrido será a otro pueblo mágico; Tequisquiapan, Qro.

En todo el viaje de regreso pensaba en como esa mañana me había despertado lleno de tristeza por el amor perdido y horas después ese mismo amor me llenaba de alegría y me sentía pleno. La amaba y la sigo amando nada malo hay en ello, fui sincero en mis sentimientos y siempre se lo demostré, no le quedé a deber nada, me entregué totalmente y si pudiera lo haría nuevamente, más precavido y menos confiado tal vez.

Había olvidado lo relajante y satisfactorio que es para mi viajar en motocicleta, lo había dejado de hacer hace un tiempo, desde ahora ya no le dejaré más.

Ya son las 7:35 de la tarde casi noche y estoy llegando a casa con una sonrisa por las cosas en las que pienso cuando pienso en ella. Me pasan cosas poco comunes y me parece que estoy bastante loco, pero me siento bien siendo así.

He vuelto a sonreír,  estoy en paz, el viaje inesperado sirvió y también la compañía inesperada, que me hizo poner en orden mis sentimientos hacia ella ahora ausente, sin dolor concluyo que si no correspondió a mi amor y me dejó, fue por ignorancia... porque ella  simplemente prefirió ignorarme. Y una vez más río de mi ocurrencia.