Para hacer un día tan lleno de raíces
bastó un árbol.
Para empaparlo en miel dorada y embriagante
bastó una abeja.
Vengo acumulando piedras por si acaso
falta una en la construcción de la torre,
vengo guardando cántaros para cuando
logre derramarse el líquido.
Para hacer un vuelo de nidos viajeros
hoy basta un solo pájaro,
para fabricar un pez
hoy basta el agua.
Gran día de edificios y de montaje de puentes,
de fecundo mugir de vacas
y señales de lluvia.
Día moreno y brillante que me recuerda
mi obligación de cantar.
Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
DÍA
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario