Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
Microcuento
Había pasado tanto tiempo ya, que cuando se miraron frente a frente, no se reconocieron.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario