Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
Nunca hay que destruir los puentes...
Nunca hay que destruir los puentes; uno los puede necesitar para regresar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario