Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Se me ocurrió que…

Me gustaría verte, solo verte, sin un roce ni una palabra, verte simplemente.
Imagina que nos citamos en una esquina cualquiera con la calle en medio de ambos.
Yo llegaré primero para esperarte, como corresponde a un caballero.
Tú llegaras puntual después.
Ambos nos veremos conforme te acercas al lugar de la cita, en ese momento detendrás tus pasos, para verme mejor.
Mi corazón latera apresurado por la emoción del encuentro, te diré con mis labios sin decir palabras: “Te amo”
Tú me veras y sonreirás, también dirás sin palabras: “Te amo”
Ambos nos comeremos con la mirada tratando de grabar ese momento en nuestras mentes.
Yo permaneceré inmóvil, esa es mi promesa, pero tú no tienes promesa que cumplir.
Yo te amaré sin preguntas, tú me amarás sin respuestas.

No hay comentarios.: