Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
Anoche pedí a un ángel...
Pedí a un ángel que fuese a protegerte mientras dormías. Pronto volvió y le pregunté por qué había vuelto. Una ángel no necesita que otro lo proteja, me respondió.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario