Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Nocturno

Entro a la habitación procurando no despertarte, se que tuviste un día pesado y que mañana debes madrugar.

No puedo evitar ver tu silueta dibujada bajo la sábana, dormida sobre tu costado, guardando mi espacio que me espera.


Me acerco despacio, disfrutando cada paso, deleitándome con tu sensual apariencia, apenas iluminada por la luz de la luna.


Separo tu negra cabellera de tu  rostro de niña mimada... de niña mimada por mi.


Beso tu frente, tu nariz y tu boca, como un rito de amor, con la mayor suavidada posible, intentando no despertarte.


Lleno mis ojos de tu imagen, la bella imagen que me acompaña todo el día.


Acaricio tu cuerpo por encima de la sábana, después lo haré por debajo de ellla. Lleno mis manos de ti y mi olfato de tu olor.


Entro bajo las sábanas, mis brazos te rodean, me sientes y tomas mis manos entre las tuyas, dejando escapar un suspiro de alivio.


Te abrazo fuerte, tu cuerpo y el mío se acomodan, se unen, tomas mis manos y entrelazas tus dedos con los míos.


Nuestros corazones laten al mismo ritmo, nuestra respiración también, me lleno de tí, de tu olor y cierro mis ojos.


Aquí estoy mi amada, se que me esperabas, para seguir amándonos entre sueños.


Ahora solo la luna es mudo testigo de nuestro encuentro de amor.

No hay comentarios.: