Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Frases de Cyrano de Bergerac

El amor es la pasión por la dicha del otro.

Sólo son hombres y yo, esta noche, necesito demonios.

Sí, todo me lo quitaréis, el laurel y la rosa. Lleváoslos, pero me queda una cosa que llevo. Y esta noche, cuando entre en la casa de Dios, brillará intensamente mientras diga mi adiós algo que, inmaculado, meceré en un arrullo, y me lo llevaré para siempre; y es.... mi orgullo.

Así es mi vida. He sido el inventor de todo y al que todo el mundo olvida. 

...y al finalizar os hiero.

En el bolsillo de un poeta siempre encontrarás algún producto de su imaginación.

Agresivo: ‘Si en mi cara tuviese tal nariz, me la amputara’.
Amistoso: ‘¿Se baña en vuestro vaso al beber, o un embudo usáis al caso?’
Descriptivo: ‘¿Es un cabo? ¿Una escollera? Mas, ¿qué digo? ¡Si es una cordillera!’.
Curioso: ‘¿De qué os sirve ese accesorio? ¿De alacena, de caja o de escritorio?’. 
Burlón: ‘¿Tanto a los pájaros amáis, que en el rostro una alcándara les dais?’. 
Brutal: ‘¿Podéis fumar sin que el vecino- ¡Fuego en la chimenea! - grite?’. 
Fino:’Para colgar las capas y sombreros esa percha muy útil ha de seros’. 
Solícito: ‘Compradle una sombrilla: el sol ardiente su color mancilla’. 
Previsor: ‘tal nariz es un exceso: buscad a la cabeza contrapeso’.  Dramático: ‘Evitad riñas y enojo: si os llegara a sangrar, diera un Mar Rojo’. 
Enfático: ‘¡Oh, Nariz!… ¡Qué vendaval te podría resfriar? Sólo el mistral’. 
Pedantesco: ‘Aristófanes no cita más que un ser sólo que con vos compita en ostentar nariz de tanto vuelo: el Hipocampelephantocamelo’.
Respetuoso: ‘Señor, bésoos la mano: digna es vuestra nariz de un soberano’. 
Ingenuo: ‘De qué hazaña o qué portento en memoria, se alzó este monumento?’. 
Lisonjero: ‘Nariz como la vuestra es para un perfumista linda muestra’. 
Lírico: ‘¿Es una concha? ¿Sois tritón?’. 
Rústico: ¿Eso es nariz o es un melón?’. 
Militar: ‘Si a un castillo se acomete, aprontad la nariz: ¡terrible ariete!’.
Práctico: ‘¿La ponéis en lotería? ¡El premio gordo esta nariz sería!’. 
Y finalmente, a Píramo imitando: ‘¡Malhadada nariz que, perturbando el rostro de tu dueño la armonía, te sonroja tu propia villanía!’. 
Algo por el estilo me dijerais si más letras e ingenio vos tuvierais; mas veo que de ingenio, por la traza, tenéis el que tendrá una calabaza, y ocho letras tan sólo, a lo que infiero: las que forman el nombre: Majadero.

Amor mío…nunca te he querido.

Esta nariz que me precede quince minutos…

 

No hay comentarios.: