Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Por un beso de tu boca

Por un beso de tu boca yo no sé cuánto daría;
tal vez en mi fiebre loca al besarte moriría;
no sé que me pasaría por un beso de tu boca.

En tu boquita de grana hallarán los colibríes
el néctar puro que mana de un manojo de alhelíes;
porque hay miel cuando te ríes en tu boquita de grana.

Pero hay alguien que asegura que esa miel es engañosa,
que en ella hay tanta amargura como espinas en la rosa,
será cierto, niña hermosa, lo que alguien me asegura
que en ella hay tanta amargura como espinas en la rosa.

Por un beso de tu boca cualquier temor dejaría
ya que tanto me provoca morir no me importaría,
¡oh que alegre moriría por un beso de tu boca!

Guillermo Quevedo y Eduardo Cadavid (Ritmo Bambuco)
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