Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Acerca del amor

Amaós uno al otro, más no hagáis del amor una prisión; es preferible que sea un inquieto mar entre las playas de vuestras almas. 
Llenad el uno al otro la copa, más no bebáis de una sola. 
De vuestro pan convidáos, mas no comáis de la misma hogaza. 
Cantad y danzad juntos y sed alegres, pero dejad que cada uno esté solo como lo están las cuerdas de un laúd, a pesar de estremecerse con la misma música.

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