Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Una palabra

Una sola palabra que me hace vibrar
una palabra que me enaltece, me ennoblece,
inspira mis sentidos y me hace suspirar.

Una palabra que nunca más oiré de tus labios,
que sellaste para siempre a mis oídos,
que te llevaste al partir precipitadamente.

Una palabra con la que tocaba el cielo,
agradecía a Dios por tu existencia
y me hacía desear ser mejor para ti.

Una palabra que curaba mis heridas,
mis pasados yerros y me purificaba.
que me daba alas, que me hacía volar.

Una palabra que hacía
palpitar mi corazón,
lo aceleraba y enamoraba.

Una sola palabra que ya no mencionaste
en tu partida y que yo hubiera deseado oir,
y esa palabra es…

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