Sólo el alboroto de la lluvia que acompaña a la tormenta
y encima de la tormenta de tus ojos: la de tus cabellos.
Nunca he encontrado unos pies más tristes
que los tuyos.
Todo es infinitamente penoso: los mechones de tu cabello,
las hojas amarillas, este otoño.
Es todo lo que poseemos.
Porque tú te vas de mí,
y yo de ti
Y no logro entender
qué es estar abatida por la pena
o qué ocurre cuando tus cabellos
se entremezclan con la lluvia
la lluvia de tus ojos.
Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
Sólo el alboroto de la lluvia
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario