Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

La hora

Me gusta la hora en que mi prosa se desata y corre libre e irresponsablemente feliz. Cuando surgen las letras sin prisa pero sin pausa, sin barreras ni límites, agolpándose, encimándose, libres de significado vaciando mi sentir sin restricciones, es en esos gloriosos momentos... que soy feliz.

No hay comentarios.: