Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Usted me quiere...

Usted me quiere, claro
y se le nota
pero advierta usted también
cuanto la quiero.
Con cierta premeditación
y cautela me fui agrandando
en su vida
–y usted en la mía–,
hasta llegar a esta necesidad
de estarnos cerca
y de soñar
–como hacen los enamorados–,
que usted me quiere, claro
y yo la quiero.

No hay comentarios.: