Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Adioses (En defensa propia)

Hay muchas formas 
de despedirse 
dando la mano
dando la espalda
nombrando fechas 
con voz de olvido 
pensando en nunca
moviendo un ramo
ya deshojado


por suerte a  veces
queda un abrazo 
dos utopías 
medio consuelo
una confianza
que sobrevive
y entonces triste 
el adiós dice
que ojalá vuelvas

No hay comentarios.: