Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Mientras dormías

Mientras dormías, embelesado miraba tu rostro que ilumina mi noche, velaba tu sueño, para que nada lo perturbe, cuidadoso te observaba, contenido,  acotando el amoroso impulso de besar tus labios.

No hay comentarios.: