Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

NADA ES LO MISMO EN EL BOSQUE ENCANTADO

Las Rosas y las Margaritas fueron suplantadas por bellas Dalias rojas y moradas que al  mezclarse daban un color azul que parecía andar por el cielo.

En el Lago ya no estaba el Bote, sólo una pareja de hermosos Cisnes blancos que entrelazan perennemente sus arqueados cuellos.

La Fuente fue transformada en una bella Morada para un Ruiseñor de plumaje rojizo y de canto muy melodioso que se escuchaba incluso en lo más cerrado de la noche.

El viejo Faro frente al mar de la ilusión fue convertido en un espectacular Mirador, donde el tiempo parecía detenerse en todo su esplendor.

La Cabaña desolada fue devastada y allí se erigió el Templo del Amor, en el centro como símbolo se colocó el hilo rojo invisible y la llave de la cabaña.

El Corcel negro azabache con mucho temperamento y fuerza, fue relevado por una criatura hermosa, sabia y majestuosa, un Unicornio blanco llamado Mío.

El último Dragón Entusiasmo por ser robado, con mucho pesar le fue devuelto a su Dueño.

Los Muros fueron derrumbados levantándose un Pórtico que permitía la entrada a un lugar que sí permaneció intacto. Lugar donde el alma sensible de la princesa se complacía con el aspecto melancólico que ese pasaje le brindaba… El Bosque de la Melancolía.

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