Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Ella lo sabe

Me gusta verla cuando camina, moviéndose felina, sensual, femenina, me gusta verla mientras se aleja, moviendo suave y rítmicamente su cadera, me incita, me excita, me provoca, me enloquece y me impacienta.

Todo se detiene cuando la veo caminar, alejándose sin prisa de mis brazos que anhelan aprisionarla y nunca dejarla ir, me encanta su cadera, moviéndose ondulante, suave y acompasadamente, me hipnotiza y no puedo dejar de seguirla con la mirada, me siento indefenso, torpe y nervioso.

La amo, la deseo, la quiero, solo para mi, toda para mi, porque cuando camina nada importa, todo el mundo se reduce a ese cadencioso movimiento que me deja obnubilado, patidifuso, extasiado y alterado, con ganas de ella toda completa, sin prisa, sin pausa.

La amo cuando camina, cuando pasa, cuando me hace seguirla al fin del mundo, la deseo, la amo... y ella lo sabe.


No hay comentarios.: