Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Pienso en tu sexo

Pienso en tu sexo.
Simplificado el corazón, pienso en tu sexo, 
ante el hijar maduro del día. 
Palpo el botón de dicha, está en sazón. 
Y muere un sentimiento antiguo 
degenerado en seso. 

Pienso en tu sexo, surco más prolífico 
y armonioso que el vientre de la Sombra, 
aunque la Muerte concibe y pare 
de Dios mismo. 

Oh Conciencia,
pienso, sí, en el bruto libre
que goza donde quiere, donde puede. 

Oh, escándalo de miel de los crepúsculos. 
Oh estruendo mudo. 

¡Odumodneurtse!

No hay comentarios.: