Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Viene y va

Ella viene y va, como las olas que besan la playa, así mismo lo hace conmigo, me abraza, me envuelve en ella toda y luego se va.

Llega sin avisar y se va sin despedirse, me sabe suyo del todo, se adueña de mis sentimientos, mi corazón, mi alma y todo mi ser.

Deja mi piel anhelando la suya y me deja sin aliento, esperándola ansioso de ella toda para volver a la vida.

Como oleaje embravecido me lleva, me arrastra, me revuelca en sus brazos, en su cuerpo y en su piel, no deja algo en mí, se adueña de mi voluntad que yo felizmente cedo en cada encuentro, en cada anhelado encuentro.

Espero lo inesperado, con ella nada se sabe, nada es certeza ni seguridad, debo esperar lo inesperado para cuando ella llegue y entonces sucumbir al amor que nos envuelve y apasiona.

Mi piel sabe a su piel y mis labios repiten su nombre incesantes, como decreto, como clamando su regreso, a cada instante la invoco. Mi corazón vuelve a latir cuando aparece como visión, etérea e inalcanzable, rebelde e ingobernable y estoy en ella que se entrega y entonces sé que es mía, muy mía en cada inesperado encuentro... hasta que se va para luego volver.

Viene y va pero me lleva con ella, muy dentro de ella yo me oculto porque siempre y sin previo aviso... viene y va.

:D

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y asi, la vida...amor eterno.

Anónimo dijo...

Muerte, pasión y vida. Ensueño...