Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Dormir contigo...

Dormir contigo,
acurrucado en tu alma,
dentro de tus sueños,
haciendo de almohada
para despertar en tu mirada,
con el sabor de tus besos,
el calor de tu cuerpo
y la ternura que regalas,
compartiendo las sábanas,
los susurros y suspiros,
las caricias y arrumacos
de dos pieles que se aman
porque así el corazón lo manda.
:D

No hay comentarios.: