Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

El ventanal...

Frente al ventanal de la sala, tengo un árbol de aguacates, que me regala sus frutos casi todo el año.

Este árbol tiene un nuevo inquilino, una ave cuyo origen desconozco y me regala su alegre canto diariamente. Tenemos un divertido modo de comunicarnos en el que yo le silbo y el contesta.

Me gustaría fotografiarlo para llevar su imagen conmigo pero inquieto que es no me deja hacerlo.

No necesito gran cosa para ser feliz, es suficiente con el ventanal, el árbol de aguacates y mi ave cantora de desconocido origen.

Solo faltas tú.
:D

No hay comentarios.: