Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
Tócame
Él pregunto si podía tocarle algo.
Ella contestó que podía tocarle lo que quisiera
Entonces, caballeroso como era, le tocó el nocturno opus 9 número 2 de Chopin
No hay comentarios.:
Publicar un comentario