Mientras ella me prepara café, la observo concentrada en su labor, recorro su figura de arriba a abajo, de abajo a arriba y disfruto su forma de prepararlo felinamente sensual.
Pienso que no se da cuenta que la miro, o tal vez sí por el rítmico y lento movimiento de caderas mientras se empeña en su labor. Escena que invariablemente se repite por las mañanas, algunas ocasiones por la tarde y algunas veces por la noche.
Al terminar disfruto mi taza aromática, caliente y con cuerpo, así como ella es. Y al beber el primer sorbo lo disfruto doblemente, por el café mismo y porque su imagen llega inmediatamente a mi mente... mientras ella me prepara café.
:D
No hay comentarios.:
Publicar un comentario