Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Bruno

Bruno mi nieto comienza a tener ciertos hábitos cuando está conmigo; pide mis brazos y huele mi cuello, luego me mira sonriente y repite su acto.

Bruno no sabe que ese olor permanecerá en su memoria aun después que yo no esté.

Amo a Bruno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que lindo!!!!!