Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Otra vez hoy...

Otra vez estoy aquí pensando en ti, como ayer, como todos los días desde que te encontré. 

Quisiera dejarte por un momento fuera de mí. 

Mas tu risa me persigue y se sienta justo ahí, donde están esos poemas nocturnos que también hablan de ti.

Y me descubro queriéndote y añorándote un poco más cada día, con temor, con furia, con ternura, con la esperanza callada de que al pensar en mí, tú también seas un poco feliz, como yo lo soy por ti…
:D

No hay comentarios.:

Publicar un comentario