Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Te dije que me iba

Te dije que me iba, y me dijiste que me alcanzarías. Te dije que me escaparía de tus encantos, y me hiciste caer rendido a tus pies. Te dije que ya note extrañaría, y me demostraste lo que realmente valías. Te dije que ya note querría, y me diste un beso que acarició mi alma. ¡Bravo! Lo reconozco; usted ha esclavizado mi amor sincero.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario