Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

El último encuentro

Uno siempre responde con su vida entera a las preguntas más importantes. No importa lo que diga, no  con que palabras y con qué argumentos trate de defenderse al fínal, al final de todo, uno responde a todas las preguntas con los hechos de su vida las preguntas que el mundo le ha hecho una y otra vez ¿Quién eres?¿Qué has querido de verdad? ¿Qué has sabido de verdad? ¿A qué has sido fiel o infiel? ¿Con qué y con quién te has comportado con valentía o con cobardía? Uno responde como puede, diciendo la verdad o mintiendo. Lo que sí importa es que uno al final responde con su vida entera.

No hay comentarios.: