Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Vienes

Vienes sin quedarte, 
desarmando mi sonrisa, 
ni así puedes verla.

Sin nada que esperar, 
con pausa en el reloj, 
con un nudo en 
el adiós .


Vienes sin alas, 
pisando mis silencios, 
enmudeciendo mis caricias, 
tocando mis heridas 
y sangrando el olvido.


Vienes, me alivias, 
me rompes y no sanas. 
No besas, ni atas. 
No amas, ni odias. 
Sólo vienes.

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