Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
Cuando al final
Y cuando al final ya no te queden ganas de amarme, voy a recordar los cientos de besos que me regalaste sin yo haberlos pedido, y usaré cada uno de ellos en los días que me queden de esta vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario