Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Te quiero

Te quiero… 
y me mueves el tiempo de mi vida sin horas.

Te quiero 
en los arroyos pálidos que viajan en la noche, 
y no termina nunca de conducir estrellas a la mar.

Te quiero 
en aquella mañana desprendida del vuelo de los siglos 
que huyó su nave blanca hasta el agua sin ondas 
donde nadaban tristes, tu voz y mi canción.

Te quiero 
en el dolor sin llanto que tanta noche ha recogido el sueño 
en le cielo invertido en mis pupilas para mirarte cósmica, 
en la voz socavada de mi ruido de siglos derrumbándose.

Te quiero 
(grito de noche blanca…) 
en el insomnio reflexivo 
de donde ha vuelto en pájaros mi espíritu.

Te quiero… 
Mi amor se escapa leve de expresiones y rutas, 
y va rompiendo sombras y alcanzando tu imagen 
desde el punto inocente donde soy yerba y trino.

:D

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