Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Para ti que mi mano soltaste

Para ti que mi mano soltaste...
Fue transcurriendo el tiempo y a veces me preguntaba, si tú sentías mi ausencia, pero el tiempo me confirmaba que no y dolía. Y cómo pedirte que regreses, si yo también me marché sin ser lo que quería, era lo que debía. Pero te llevaba en mi mente, mi piel, corazón y cada unas de mis oraciones...(Porque yo si te amé), y es que cuando uno ama de verdad, nunca se desea que la vida le cobre mal.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario