Te extraño, y aún me encuentro aquí, como un tonto, tratando de explicarlo que se siente extrañarte, quiero que sepas lo que se siente, no para que tengas piedad de mí y vengas, sino para enseñarte lo que tú vivirás cuando comiences a extrañarme.
Algún día sentirás que algo te hace falta, que algo en tu existencia ha cambiado, no sabrás qué es, solo sabrás como se siente, y seré yo, ese vacío, ese amargo suspiro.
Ya no juego a las escondidas con tu recuerdo, ahora lo enfrento, cara a cara, y ya puedo soportarlo, eso no significa que ya no haya dolor, lo hay, pero he aprendido a vivir muriendo un poco a ti.
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