Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Sin ser poesía

Y yo sin ser poesía,
supe lo que era ser versado
al sentirme tan pleno
entre tus labios.

Supe la magia de la vida
cuando sentí el calor de tu abrazo,
y pude sentir la pasión en mis venas, 
que solamente siente un enamorado.

Desde entonces te pertenezco,
y eres parte de mi, así, siendo mi respiro,
siendo parte de mis amaneceres,
porque cada latido ama todo lo que eres.

No hay comentarios.: