Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

De México

-¿De dónde eres?
-De México.

-¿De ese México de oportunistas que roban, asaltan y saquean?
-No. Del México que tiende su mano cuando las circunstancias los necesitan. Del México que quita piedra por piedra para buscar a un desconocido que ha quedado sepultado. Del México que comparte su coche con el que necesite llegar a casa. Del que presta su teléfono porque sabe que aquel que lo pide tiene alguien a quien le importa y necesita saber cómo está.

-Entonces, ¿No eres del México donde te mueres esperando atención médica?
-No. Soy del México donde hombres y mujeres salen a las calles a atender heridos y lesionados. Del México que abre las puertas de sus hospitales aún para los no asegurados. Del México donde un comedor se vuelve una sala de urgencias con tal de salvar vidas. Del México donde la gente lleva horas sin comer porque sabe que si para un momento, la gente que necesita de su ayuda jamás podrá volver a probar bocado alguno.

-¿Eres del México donde los medios manipulan la información?
-No. Soy del México donde periodistas, conductores, reporteros y corresponsales cubren más de veinticuatro horas seguidas para mantener al tanto sobre los hechos que están ocurriendo en las distintas zonas afectadas. Del México donde los medios dan recomendaciones y ponen a la disposición de la gente sus micrófonos y cámaras para localizar personas y pedir víveres.

-¿Es el México donde su educación está centralizada?
-No. Es el México donde estudiantes organizan brigadas para brindar auxilio a todos los que necesiten ayuda, dentro o fuera de la ciudad. El México donde profesores tranquilizan alumnos aún cuando a ellos también se los come el pánico.

-Vaya, ¿Entonces no eres del México que no tiene memoria?
-Para nada. Soy del México que mantiene en sus recuerdos los estragos de hace treinta y dos años. Del México que no olvida que, cuando la tragedia se hace presente, sólo cuenta con la mano de quien tiene al lado. Del México que en doce días puede sufrir dos catástrofes y seguir en pie, con las piernas temblando, con los ojos cargados de terror, pero con la voluntad de ayudar intacta.

-¿Ese no es el mismo México del que te estoy hablando?
-Sí, pero este es el México por el que vale la pena luchar. El México de hermanos, no de amiguismos corruptos. Este es el México que se demuestra, a sí mismo y al mundo, lo que realmente vale.
Este es el México que mis hijos hoy están viviendo y del que siempre se van a sentir orgullosos!
¡Te amo México y aquí estoy siempre para ti! #fuerzamexico #todossomoscdmx #todossomoshermanos 🙌🙌🙌🙌

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