Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Plegaria

Qué el cielo te regale 
las estrellas que necesites 
para que brilles donde 
hay oscuridad.

Que los ángeles
te guarden aun donde 
todo parezca 
un infierno.

Que la vida te pague 
cada una de las deudas
que tenga contigo 
pendientes.

Y perdóname las veces 
que te he fallado, 
si lo llegué a hacer fue 
por imperfección pero 
nunca por maldad.

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