Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Sin promesas

No volveré a hacerle promesas a nadie. Ni ai futuro, ni al amor y mucho menos a la vida. Ahora seré enemigo dei tiempo e incrédulo con la verdad. Jugaré con la razón tanto como ella lo ha hecho con mis sentimientos. Desde este instante me declaro encontrado con la nada y perdido con la vida. Los miedos me temerán... Volaré tan alto que el mismo cielo será mi suelo... Y las veces que sea necesario, le pondré una venda a mis recuerdos, para que cada vez que el pasado venga a buscarme, sencillamente yo no pueda verlo.

No hay comentarios.: