Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

La persona inmadura

La persona inmadura no sabe amar. Y tampoco sabe lo que quiere en la vida. Un día te ama y al otro te odia.
Te insulta, te agrede. Luego se arrepiente, pide perdón, promete cambiar, te enamora, tú te ilusionas... y te vuelve a lastimar. Alguien así nunca te hará feliz y siempre te hará sufrir.

No hay comentarios.: