Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Tú sabes cómo hacer...

Tú sabes cómo hacer que mi mente se pierda en el profundo mar, me sacas a flote como una fuerte cuerda, me rozas provocándome dolor. Te apoderas de mi ser y me haces suspirar, manteniendo la cordura sin enloquecer, penetras mi piel y se hacen una sola, eres tan cruel y me haces sentir loco, sabes darme calor cuando me das de tu sabor y regalarme un pedacito tuyo. Mientras la marea apacigua mis sentidos, observo tu reflejo en la tranquilidad de la noche, y cuando todo se me hace oscuro, tú eres la estrella que me alumbra, que me saca de la penumbra, iluminas mi cielo y eres mi destello.

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