Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Los amantes

Reniego del bodorrio y de su fiestas, de sus lunas de miel con sacarina, si el cura ante el altar pide respuestas enmudezco seguro de una angina.

El miedo a dormir solo, sin pareja, consigue que casarse esté de moda, los cuentos que no tienen moraleja empiezan, casi siempre, en una boda.

Yo solo puedo darte un caramelo. paraguas invisibles si hay tormenta, tejer con piel de sueños tu desvelo, pintarte un mar con olas y diamantes, bajar tu falda sin subirte el velo, amarte como se aman Ios amantes.

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