Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Después de la lluvia

Por las floridas barrancas
Pasó anoche el aguacero
Y amaneció el limonero
Llorando estrellitas blancas.

Andan perdidos cencerros
Entre frescos yerbazales,
Y pasan las invernales
Neblinas, borrando cerros

No hay comentarios.:

Publicar un comentario