Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Se despidieron

Se despidieron.
Pero la verdad es,
que nunca se dijeron
adiós.

Uno nunca salió
del corazón del otro.

No volvieron a verse,
pero nunca se olvidaron.
Porque amores así
quedan para siempre.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario