Quiero llevarte a mi cama y escuchar todas esas cosas que me he perdido de ti. Quiero que te desahogues, me cuentes lo que te molesta y encontrar una solución. Quiero que corras, que corras mucho y de preferencia en mi cama. Quiero darte un buen orgasmo que haga que te levantes feliz un lunes por la mañana. Quiero acariciarte de principio a fin, cada borde, cada pliegue y curva de ti. No me molestaría hacerte masajes y que te liberes del estrés de la vida diaria. Tengo ganas de bailar contigo todas esas canciones que aún no conocemos, de llevarte a casa prepararte el café y acariciarte el cabello como tanto te gusta. Tengo ganas de un sin fin de días llenos de tu presencia. Quiero que entiendas que tu existencia le da sentido a mi vida. Eres arte, no como para formar parte de un museo, pero sí como para formar parte de mi vida. Te tengo ganas, pero no solo de llevarte a la cama, sino también de formar una vida junto a ti, prepararte el desayuno, recogerte del trabajo, alegrarte el día, hacerte la vida, hacerte el amor.
Tengo ganas, ganas de que seas jodidamente feliz.
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