Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Justo ahí

El dia que me vaya 
no acariciéis ni beséis mi cuerpo
tampoco os despidáis de él.
Sera un envoltorio ya vacío
y yo ya estaré en otro lugar.

Solo os pido 
que empecéis a caminar hacia esos lugares
que antes no os atrevíais a mirar.
Porque justo ahí estaré yo
mirando sonriente
todas mis paces
y todas vuestras batallas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario