Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
¿Hacemos una locura?
Me dijo: ¿Hacemos una locura? Y le contesté: Vale, ¿qué te parece si en vez de partirnos hacemos una partitura? Y entonces escribimos, follamos y bailamos hasta que el miedo olvide su nombre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario