Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Un amor en tiempo de cuarentena

Me contagié de su amor y de su sonrisa. De esa mirada que me desviste el alma, de ese abrazo que detiene el tiempo y me llena de paz. 

Bajé mis defensas, 
aún cuando las tenía en su punto más alto 
y me ha dado ese fogaje que tanto había necesitado en mis días de invierno. 

Cada día que paso con ella, 
la conozco y me gusta un poco más. 
Nunca imaginé que este caos sería hoy en día, 
lo más hermoso de mi vida.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario